El sueldo de Feijóo como presidente del PP se convierte en el último clavo ardiendo de Sánchez en precampaña

Durante las últimas semanas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha empleado, principalmente, dos argumentos para tratar de deslegitimar a sus adversarios políticos. El de que practican una política «trumpista» y una derivada de la primera, que el hablar de «sanchismo» es una estrategia de deshumanización hacia él mismo y hacia su Gobierno.

Esta semana, el líder del Ejecutivo ha añadido otro tema a sus discursos de precampaña de cara a las elecciones generales del próximo 23 de julio: el sueldo de Alberto Núñez Feijóo como presidente del Partido Popular. Pero no lo está empleando él solo, sino que está movilizando a miembros destacados de su partido, que incluso ocupan cargos institucionales, para otorgarle más enjundia a la polémica.

La campaña se orquestó a partir de la entrevista que la Cadena Ser le realizó al líder gallego la semana pasada, aunque este es un tema que podría haber estado en el candelero mediático y político desde hace más de un año, cuando Feijóo accedió al cargo. Feijóo eludió responder directamente a la pregunta del locutor Aimar Bretos sobre a cuánto ascendía el montante de ese salario de partido, que desde el PSOE ya llaman «sobresueldo», dándole un halo de irregularidad.

«Todas las personas que hemos estado en el comité de dirección del partido y todas las personas que estamos en el comité de dirección del partido, y el presidente del comité de dirección, que es el presidente del partido, tienen un incremento de sus salarios por el partido», respondió el presidente de los 'populares' en una suerte de circunloquio. «Lo siento, Aimar, pero no puedo decirte lo que cobro porque eso me perjudicaría, pero tampoco te puedo decir que no lo puedo decir porque eso también me perjudicaría», añadió Feijóo.

Desde las filas socialistas vieron rápidamente que este asunto podría ser utilizado como carnaza preelectoral –y, posiblemente, con el inicio de la campaña a la vuelta de la esquina, el 7 de julio, también electoral–. La primera en explotar la entrevista de Feijóo en Hora 25 fue la portavoz del PSOE y ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, el martes pasado, un día después de la entrevista.

«El único proyecto de Feijóo es derogar el sanchismo. Debería explicar a los españoles si quiere eliminar la subida de las pensiones, las becas, la reforma laboral... Pero se niega a debatir y por hoy nos sigue ocultando sus intenciones y su sobresueldo», aseguraba, en un canutazo ante los medios que replicó la cuenta de los socialistas en la red social Twitter.

Este tema, que Feijóo tendría que solventar, ya que le obliga la Ley de Transparencia –que tampoco cumplen otros dirigentes de otros partidos–, está tomando forma de bola de nieve en descenso desde este lunes, cuando, en el mismo foro en el que Feijóo no desveló su sueldo de partido, Sánchez indicó que «en un aspecto Feijóo se aplica la regla del dos: tiene un puesto de trabajo y cobra dos sueldos, un sueldo y un sobresueldo. Entiendo que es una costumbre arraigada en el PP, pero debe dar explicaciones».

Ese mismo día, los socialistas movían los hilos a nivel parlamentario. El grupo del PSOE en el Senado –Feijóo es senador– remitía un escrito al presidente de la Cámara Alta, Ander Gil, para pedirle que solicitase a Feijóo una actualización de su declaración de bienes y rentas. De nuevo, Alegría, echaba más leña al fuego al anunciar el envío de esa carta. «Desgraciadamente, opacidad y oscurantismo es lo que estamos viendo en el PP todo este tiempo: con el tema de los debates, ocultando ese sobresueldo de Feijóo y en los distintos acuerdos que se están cerrando por parte de PP y Vox en las comunidades autónomas», apuntaba.

Dicho y hecho. Un día después, este martes, Gil (PSOE) instaba al líder de los 'populares' a informar sobre ese sueldo que se añade al que percibe como senador: 44.433,62 euros brutos anuales y otros 28.518,98 euros por pertenecer a una circunscripción fuera de Madrid. El plazo para Feijóo, según el escrito de Gil, expira el próximo 4 de julio.