Investigación
El ministro Escrivá tiene un ático en los Pirineos a nombre de una patrimonial para pagar menos impuestos
La documentación que hoy desvela El Debate acredita que Escrivá adquirió el inmueble a través de la sociedad Garesc 100 SL. Pedro Sánchez tachó de «inmoral» en 2015 que los políticos usen este tipo de vehículos societarios
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, cuenta con un ático en los Pirineos que adquirió mediante una sociedad patrimonial, maniobra que le ha permitido el ahorro de varios impuestos. De esta manera, Escrivá se suma a los ministros que cuentan con este tipo de compañías constituidas ad hoc para eludir a Hacienda, como Nadia Calviño o Pedro Duque. Esta táctica choca con las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que aseguró en 2015 que cesaría a cualquier miembro de su equipo que tuviera una sociedad instrumental. «Es inmoral», sentenció.
La compra del inmueble se llevó a cabo a través de Garesc 100 SL, una firma patrimonial que constituida por el propio ministro. Según la nota simple del ático, que tiene una superficie total de 116 metros cuadrados, la vivienda consta de dos plantas. La primera de ellas cuenta con recibidor, cocina, comedor y sala de estar, despacho, tres dormitorios, baño y aseo. La segunda alberga un pequeño altillo que fue registrado como «anejo inseparable». La sociedad fue abierta por Escrivá el 15 de marzo de 1999 y la compra del ático se llevó a cabo cuatro meses después, el 6 de julio de ese mismo año.
Además del piso, Escrivá también adquirió una plaza de garaje y un trastero en el mismo bloque. El ático se encuentra en una exclusiva urbanización del municipio de Benasque (Huesca) y está a tan sólo 10 kilómetros del Aneto, el pico más elevado de los Pirineos y el segundo más alto de la península ibérica. Tal y como ha podido saber El Debate, el ático no se encuentra gravado con ninguna hipoteca por lo que o el ministro compró el piso al contado o en su día pidió un crédito hipotecario y ya ha terminado de pagarlo.
Viviendas similares a esta se encuentran a la venta en estos momentos por precios que oscilan el medio millón de euros. La zona donde se ubica el inmueble es de las más cotizadas cuando comienza la temporada de esquí. La estación más cercana es Cerler, conocida por ser una de las más demandadas a comienzos del mes de diciembre. Pisos de estas características en periodos de alta demanda pueden llegar a tener un coste de hasta 2.000 euros semanales.
El modus operandi del ministro fue el mismo que llevó a cabo la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía Nadia Calviño: Escrivá constituyó la patrimonial, compró el piso y, seguidamente, traspasó la sociedad a su mujer, Carmen García de la Osa. Así se aseguraba que la maniobra fuera más difícil que saliera a la luz. Este esquema fue el que usó Calviño que, tras comprar un chalet familiar en Mirasierra (Madrid), usó a su marido Ignacio Manrique de Lara como pantalla para poderse beneficiar de las tretas fiscales que otorga esta maniobra.
Escrivá abandonó la firma el 4 de marzo de 2013, pocos meses antes de ser nombrado presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Ese mismo día su esposa fue nombrada administradora única de la compañía, cargo que mantiene en la actualidad. El ministro estuvo acompañado durante su periplo societario por Benito Doninno García Martínez, que ejerció junto a él el cargo de administrador solidario durante catorce años.
Este periódico se ha puesto en contacto con el ministro Escrivá y también con su esposa, hoy máxima responsable de la mercantil, para conocer su versión de los hechos. Sin embargo ambos han optado por guardar silencio ante las preguntas de El Debate.
Sánchez y las patrimoniales
El jefe del Ejecutivo se mostró en una entrevista en Telecinco el 9 de febrero de 2015 muy molesto con el uso de las sociedades patrimoniales. «Es inmoral tener al número tres de tu organización que ha creado una sociedad interpuesta para tributar la mitad de lo que le corresponde. Esa persona al día siguiente estaría fuera de mi Ejecutiva», declaró. Sánchez hizo estas declaraciones coincidiendo con el escándalo fiscal que hubo en ese momento sobre Juan Carlos Monedero, fundador de Podemos.
Sin embargo, tras llegar a La Moncloa y formar el Consejo de Ministros trascendió que dos de los titulares de carteras de Estado contaban con sociedades para pagar menos a Hacienda. El primero fue Màxim Huerta, nombrado ministro de Cultura. El periodista utilizó una sociedad que había montado en 2006 para facturar sus trabajos profesionales y así tributar por Impuesto de Sociedades, lo que le supuso un pago menor que si hubiera tributado como persona física. La Agencia Tributaria entendió que Huerta había defraudado 218.322 euros, motivo por el que fue multado. Tras revelarse el recurso que interpuso ante los tribunales, y que posteriormente perdió, presentó su dimisión.
Poco después se conoció que el ministro de Ciencia, Pedro Duque, contaba con una sociedad patrimonial con la que había adquirido un chalet en Jávea (Alicante). El astronauta compró la vivienda a través de la mercantil Copenhague Gestores de Inmuebles SL, donde, además de Duque, también figuraba su mujer, María Consuelo Femenía, una diplomática destinada en Malta. Cuando se descubrió, PP, Ciudadanos y Podemos exigieron a Duque explicaciones. El entonces ministro compareció y Sánchez lo mantuvo en el cargo.