Desayuno informativo de El Debate
Abascal insta a Feijóo a construir una alternativa al socialismo: «Seguimos con la mano tendida»
El líder de Vox avisa de que no aceptarán «el chantaje» en Murcia: «Nuestros escaños no se dividen»
Vuelve a ver la intervención de Santiago Abascal en el desayuno informativo de El Debate
Quedan 19 días para las elecciones generales y Santiago Abascal asegura afrontar el 23-J con «alegría y esperanza» porque, como pedían en sus dos mociones de censura, se podrá devolver la voz a los ciudadanos en las urnas. Para el líder de Vox, en apenas tres semanas termina la legislatura de la «mentira», la «traición» y el «ataque» a las libertades, a la dignidad humana, a la división de poderes y a la prosperidad. No obstante, también avisa al Partido Popular de que las elecciones todavía no están ganadas: «Debemos saber que aún no hemos echado a Pedro Sánchez».
Así lo manifestó en el desayuno informativo de El Debate que protagonizó el candidato a la Presidencia del Gobierno este martes. En el madrileño Hotel Intercontinental, la quinta edición de este foro reunió a dirigentes de Vox y otras personalidades relevantes de la esfera política, económica y social española para analizar, a través de las preguntas de la corresponsal política de este periódico, Ana Martín, las propuestas con las que Abascal y su partido se presentan a estos comicios generales, en plenas negociaciones para alcanzar acuerdos de gobierno tras el 28-M en varias regiones.
El presidente de El Debate, Alfonso Bullón de Mendoza, fue el primero en tomar la palabra, y destacó en su intervención los buenos datos alcanzados por este periódico desde su nacimiento hace casi dos años, apuntando que este mes de junio la media diaria asciende a los 800.000 lectores. El director, Bieito Rubido, fue el encargado de presentar a Santiago Abascal. De su trayectoria destacó entre otras cosas su «pronta incorporación» a la vida política convencido de trabajar por la democracia, la convivencia y la paz en un País Vasco que se encontraba sometido a la violencia de la banda terrorista ETA.
El presidente de Vox considera que el pasado 28 de mayo «se produjo el anuncio de la alternativa». Aquella noche electoral se expresó, a su juicio, «de manera rotunda» un mandato de diálogo para construir una alternativa, entre el PP y Vox. Entonces, su formación tendió la mano, e insiste en que aún hoy todavía la tienden. En este sentido, si bien subrayó la importancia de acuerdos alcanzados en Baleares o en la Comunidad Valenciana, que cree que suponen un cambio de rumbo especialmente en materia lingüística, dijo sentir perplejidad ante las decisiones de los populares en Cantabria o Canarias, donde, para Abascal, «no ha habido una voluntad de construir una alternativa».
Ni tampoco en Aragón ni Murcia, apuntó el líder de Vox. En el segundo caso, la situación se antoja complicada de resolver en un corto plazo, dado que la sesión de investidura está fijada para los días 6 y 7 de julio. Una situación que, afirmó Abascal, «no se puede desligar» de lo que ha ocurrido en la legislatura anterior. Y es en lo que han incidido estos días los dirigentes de Vox. Hubo un acuerdo de investidura «que fue incumplido» y, después, el popular Fernando López Miras gobernó con los «tránsfugas» de Vox.
Tras el 28-M, Vox obtuvo un 18% de votos en la región, 9 escaños, y, aunque el PP solo necesitaría dos para la mayoría absoluta, sus escaños «no se dividen»: «No vamos a aceptar el chantaje», avisó Abascal. De hecho, si fracasa la investidura de López Miras, sobre la mesa está la repetición electoral, un escenario que Abascal ve indeseable, aunque también se lo parece el que a Vox «se le someta a un chantaje», y pide garantías de que se cumpla lo que se acuerde.
Como hiciera ayer en un mitin en Burgos, el presidente de Vox reprochó a Alberto Núñez Feijóo que haya empezado a legislar antes de ganar las elecciones. «Es un error comparecer a unas elecciones asumiendo que uno es el ganador», señaló, e incidió, apremiándole a pactar allí donde sea necesario: «Tenemos el deber de construir todas las alternativas con la vista puesta en la expulsión de Pedro Sánchez» para, con ello, poner fin a sus políticas.
Abascal se remontó a los inicios de Vox, en 2014, para remarcar que el partidos surgió antes de que Sánchez fuese candidato a la Presidencia. «No surgió para oponerse al sanchismo», dijo, sino para representar a personas que no se sentían representadas y para oponerse al socialismo. «Surgió con un PP que gobernaba con mayoría absoluta», recordó, criticando que entonces los populares hubiesen dejado de representar una serie de principios «en la acción de gobierno». Es en ese momento cuando Vox comenzó a plantear debates sobre la defensa de las fronteras, la unidad de España amenazada por el separatismo, la oposición al «alarmismo climático», a las leyes de memoria o la ideología de género y a los «ataques» a la dignidad humana y a la vida.
«Vox no ha venido a ser el coche escoba», afirmó, y enunció sus compromisos de derogar las leyes de memoria, del 'solo sí es sí', trans, las que pongan en riesgo la unidad de España o ataquen la seguridad; también el de reconstruir «todo lo que han destruido» y el de preguntar a los españoles sobre cuestiones que considera trascendentales. Abascal señaló que la transformación a la que aspiran no se puede hacer en una única legislatura. «Llevará mucho tiempo», indicó.
La postura de Vox respecto a la reforma de la ley del aborto también se abordó en este desayuno informativo. Según pronóstico, a la luz de las declaraciones de dirigentes del Partido Popular, señaló que es un tema en el que no creen que van a ponerse de acuerdo con la formación de Núñez Feijóo, y que considera que los populares pondrán como «la típica línea roja». En este sentido, Santiago Abascal remarcó el «ataque» que recibió Vox cuando propuso en Castilla y León unas medidas en defensa de la vida y la natalidad. «Hay un gran problema social», lamentó, al tiempo que reafirmó que Vox no cree que el aborto sea un derecho: «No puede seguir siendo en España un método anticonceptivo y eugenésico».
Por otro lado, el presidente de Vox subrayó, como medidas más urgentes ante el riesgo de que el separatismo intente dar un nuevo golpe de Estado, la necesidad de restaurar el delito de sedición en el Código Penal, derogado por el Gobierno de Pedro Sánchez, plantear una «revisión» del estado de las autonomías, en el largo plazo, y una «gran operación de reconstrucción del Estado encaminándose al Estado unitario» y también la urgencia, a su juicio, de poner encima de la mesa el debate sobre la legalidad de los partidos separatistas. «Deberíamos estar preparados», aseveró Abascal, indicando que no cree que la solución sea la integración de los separatistas en el Congreso.