Fundado en 1910

El juez Pablo LlarenaEl Debate

Investigación

Tsunami Democràtic espió al juez Pablo Llarena y le hizo un seguimiento físico por Cataluña

El Debate publica hoy en exclusiva el plan de monitorización que la guerrilla independentismo llevó a cabo contra el magistrado del Tribunal Supremo

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha descubierto que Tsunami Democràtic, el brazo callejero del independentismo catalán, llevó a cabo un espionaje y hasta un seguimiento físico por las calles de Cataluña al magistrado Pablo Llarena. Este juez lleva varios años siendo acosado y amenazado por los independentistas, pero es la primera vez que los investigadores localizan un registro de espionaje contra su persona, de ahí la importancia del documento.

El Debate publica hoy un fragmento del diario de seguimientos que llevaba a cabo Tsunami Democàtic, archivo al que denominaban Movimiento de personalidades. Las referencias al juez Llarena se remiten a la acumulación de datos sobre las entradas y salidas de su domicilio en Cataluña. En uno de los seguimientos que se puso en marcha, los separatistas anotaron: «Llegada: Día 05/03/2020. Salida: Día 08/03/2020. Actividad privada».

Seguimientos de los independentistas al juez LlarenaEl Debate

Además, los investigadores de la UCO sospechan que hubo colaboradores dentro de cuerpos policiales que pudieron pasar datos personales del juez a los miembros de la red callejera que ejecutaba los seguimientos físicos, hecho que agrava aún más el espionaje al juez. La UCO ha remitido al Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, encargado de la causa, un informe detallado en el que se adjuntan pruebas de la monitorización y en el que se afirma que el archivo encontrado «parece ser un documento de transmisión de novedades».

Las pesquisas de la Guardia Civil han sido halladas en el ordenador de Josep Campmajó Caparrós, uno de los cabecillas de Tsunami Democràtic. Campmajó, imputado en la causa judicial donde se investiga las conexiones de la guerrilla separatista, es un empresario de la máxima confianza del expresidente catalán Carles Puigdemont. El alias que usaba para comunicarse con el resto de los integrantes de la red era Canalla.

El juez Pablo Llarena es magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Entre octubre de 2017 y julio de 2018 coordinó la instrucción judicial que desencadenó en la acusación de prácticamente la totalidad del Gobierno de Cataluña presidido durante 2016 y 2017 por Puigdemont, así como los líderes independentistas Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, entre otros. Desde ese momento hasta el día de hoy se ha convertido en el defensor del ordenamiento constitucional español frente al separatismo catalán.

A finales del mes de marzo, Llarena rechazó los recursos de Puigdemont, que reclamaba ser exonerado, y los de la Fiscalía y la Abogacía del Estado, instituciones que solicitaban sustituir la sedición por el nuevo delito introducido en la reforma penal. El expresidente catalán ha asegurado recientemente que descarta asistir al pleno de la Eurocámara en Estrasburgo porque teme ser detenido en caso de que los tribunales españoles emitan una nueva euroorden contra él.

No es la primera vez que este magistrado del Tribunal Supremo es víctima del independentismo. Su amigo y vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) José María Macías le alertó de que tras la detención de Puigdemont en Alemania podía producirse un asalto violento a su domicilio en Barcelona. Finalmente, el equipo de seguridad que cuida del magistrado escoltó a su familia desde la ciudad condal hasta Madrid.

El viaje, según Macías, se produjo de madrugada y el trayecto se hizo por carreteras secundarias por miedo a ser interceptados por los CDR, los grupos de activistas armados que defienden la independencia catalana. El 30 de marzo 2018 una vivienda del juez en una localidad catalana amaneció con pintadas amarillas que decían: «Llarena, aquí no eres bienvenido».

¿Quién controla Tsunami Democràtic?

La Guardia Civil entregó a la Audiencia Nacional el pasado mes de abril otro informe en el que se apuntaba a Marta Rovira, secretaria general de ERC, como una de las promotoras de Tsunami Democràtic. Rovira se encuentra huida en Suiza desde 2018. De la misma manera, los investigadores también incluyen en el organigrama de la organización a Xavier Vendrell, exconsejero de la Generalitat y exdirigente de ERC, y al empresario Oriol Soler, asesor de las entidades independentistas Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural.

Tsunami Democràtic se dio a conocer en octubre de 2019 a través de la red social Twitter. La guerrilla fue bautizada por el propio Puigdemont, que usó la expresión «tsunami democrático» en una interpelación al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy en 2017. Puigdemont dijo entonces que España «no es un régimen democrático y que Cataluña responderá como un tsunami de democracia el próximo 1 de octubre con calles llenas de gente». Jordi Cuixart también usó la expresión durante el juicio del procés en el Tribunal Supremo.

La organización violenta asegura que su objetivo es dar respuesta a la «desorientación y frustración acumulada en Cataluña» con la sentencia del Supremo y que canaliza ese sentimiento «de manera organizada». También afirman que sus acciones durarán «lo que haga falta» para conseguir sus objetivos con una campaña «constante, continua e inagotable».