Cumbre UE-CELAC
Sánchez pide a los países que «conversen» en Bruselas mientras él se va de mitin a Huesca
El presidente del Gobierno incita a una colaboración entre todos para cerrar los acuerdos económicos que hay abiertos
Nunca Huesca había dado tanto que hablar en una cumbre internacional. La ciudad aragonesa es el tema de conversación en todos los corrillos y la comidilla de la reunión de mandatarios de la UE y la CELAC que tenía lugar este lunes en Bruselas. La escapada del presidente del Gobierno durante unas horas para continuar con su campaña electoral tenía la culpa.
Pedro Sánchez se salta la cena de gala que, con mujeres incluidas, tenía lugar en Bruselas para celebrar que la UE y la CELAC se volvían a juntar después de ocho años. No pareció razón suficiente para que el candidato socialista al 23-J decidiera dejar de lado por unos días la campaña electoral y ejerciera como presidente de España y como presidente rotatorio del Consejo de la Unión Europea.
Era una cumbre importante para Moncloa y así lo hicieron ver a lo largo de las últimas semanas. Era uno de los actos claves de los seis meses de presidencia española, pero Sánchez demostró que la campaña electoral tenía mayor relevancia para él. Antes de marcharse con rumbo a Huesca, el líder del Ejecutivo desempeñó sus labores en Europa, recibió a los mandatarios de la CELAC, con besos a la vicepresidenta de Maduro y abrazos efusivos a Lula, Boric y Petro entre otros.
Una vez empezada la cumbre, Sánchez tomó la palabra como presidente rotario que es. Apeló a que los países de la UE y la CELAC colaboraran más entre ellos para hacer una defensa del multilateralismo y de la resolución pacífica de los conflictos.
Se mostró triste por el hecho de que la cumbre llevara ocho años sin celebrarse e hizo hincapié en los «sólidos nexos» que unen a las dos regiones, algo que no debe olvidarse. Según él, es el mayor aval que puede tener la alianza entre UE y CELAC.
Sánchez no se refirió en su alocución directamente a la guerra de Ucrania ya que es un punto de controversia entre los participantes y está dificultando la declaración conjunta. Pero sí habló de que, «más que nunca» es «importante» una resolución «pacífica» a los conflictos, amparándose en los derechos humanos y en el respeto a la integridad territorial de los estados.
A su juicio, el actual contexto geopolítico, pero también la emergencia climática o la desigualdad social exigen redoblar esfuerzos y adaptar la colaboración ante desafíos que hay que afrontar sin demora.
«Hay mucho sobre lo que conversar y mucho sobre lo que aprender mutuamente», subrayó el líder del Ejecutivo, que acudió a la cumbre acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Calificó a los países hispanoamericanos como «socios clave» que la Unión Europea tiene que tener en cuenta. Se refería el presidente a la importancia de ratificar los acuerdos económicos con Mercosur, Chile y México, pactos que serían beneficiosos tanto para Europa como para Hispanoamérica.
Tras el speech del presidente ante los líderes internacionales, hubo tiempo para una foto de familia previa a coger el coche rumbo al aeropuerto. Allí esperaba un avión privado con dirección a Huesca, donde dará un mitin electoral mientras el resto de presidentes cenan, y le traerá de vuelta a Bruselas de madrugada.