Belarra no tiene quien la escuche: protagoniza un mitin en Madrid ante 20 personas

Muy lejanos en el tiempo quedan aquellos actos multitudinarias en Vistalegre en los que el expresidente del Gobierno Pablo Iglesias arengaba a las masas y vaticinaba que asaltaría los cielos «por asalto». De decenas de miles de personas a apenas 20. Esta es la reducción de la capacidad de convocatoria de Podemos de cara a las elecciones generales del próximo 23 de julio.

Para muestra, un botón: este lunes la líder del partido morado y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, protagonizó este lunes un pinchazo total durante un mitin en Madrid al que apenas acudieron una veintena de militantes y simpatizantes.

Pese a aparecer portando un micrófono delante de una carpa que ejercía de escenario, la sucesora de Iglesias ha evitado referirse a mitin o acto electoral a aquella reunión en petit comité celebrada en el distrito de Ciudad Lineal entre lo que queda de Unidas Podemos y algunos de sus votantes.

Un cartel con el lema «Vota Podemos» rendía testimonio entre la abundante cartelería de Sumar con el rostro de Yolanda Díaz, que será en realidad a quienes podrán votar los antiguos electores podemitas, dado que no habrá papeleta de los morados disponible el 23-J.

«Esta tarde he compartido un rato con militantes de Podemos que están organizando mesas informativas para las elecciones del 23-J. Gracias de corazón por vuestro esfuerzo. Juntos y juntas vamos a seguir avanzando en derechos», señalaba Belarra en su cuenta de Twitter, adjuntando algunas fotografías. Entre el puñado de militantes se puede apreciar también en las imágenes a la coportavoz de Podemos Isa Serra.

Este acto confirma la deriva de un partido no ya en horas bajas, sino que, de facto, ha quedado diluido en la coalición fucsia de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, quien purgó a los elementos que consideró más perjudiciales para su proyecto político.

Díaz la salvó de la quema

Así, vetó de las listas a la ministra de Igualdad, Irene Montero, quizás la cara más reconocible de Podemos tras la salida de puestos institucionales de su pareja y padre de sus hijos, el citado Iglesias, y al portavoz parlamentario de los 'morados' en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique.

Díaz salvó de la quema a una Belarra que, con actos como el de esta semana –que contrastas enormemente con los protagonizados por sus homólogos de otras formaciones–, deja la duda de si también resta más que suma en la nueva aventura política de Díaz.