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Pedro Sánchez, Charles Michel y Ursula von der LeyenEFE

Sorpresa en Bruselas por la marcha precipitada de Sánchez para hacer campaña

El presidente del Gobierno no compareció ante los medios como estaba marcado en el programa

El presidente del Gobierno se saltó deliberadamente la rueda de prensa final de la cumbre europea a la que tanta importancia el había dado durante meses. La reunión internacional de los líderes de la UE y la CELAC se tomó como una de las prioridades de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, pero, llegado el momento, Sánchez no cumplió.

El líder del Ejecutivo se perdió la cena de gala por ir a Huesca a un mitin y se escapó de dar explicaciones ante la prensa al fin de la cumbre por tal de marcharse a San Sebastián. Estaba previsto en la agenda que pasó Moncloa al inicio de las reuniones y también en la de Bruselas que Sánchez compareciera como actual presidente rotatorio del Consejo de la UE. Era uno de los anfitriones y tenía un lugar asignado.

Pocos minutos antes de comenzar la rueda de prensa, sin embargo, Moncloa anunció que Sánchez no acudiría. El presidente argentino, Alberto Fernández, defendió la ausencia de su aliado español alegando que tenía cometidos más importantes en España, pero desde el lado europeo se guardó silencio. Se le preguntó a Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, y este tiró por la calle del medio.

Desde Bruselas no se quiso dar una versión oficial de lo que pensaban, pero de puertas hacia afuera sí mostraban su sorpresa. No había malestar, pero sí se calificó la ausencia de Sánchez como algo inesperado. Se le había quitado hierro al asunto el día anterior cuando el presidente del Gobierno se marchó a Huesca en vez de acudir a la cena, ya que era algo habitual que los líderes llegaran tarde o se fueran con antelación de las cumbres, pero el caso de Sánchez es diferente al ser uno de los anfitriones.

La sorpresa por la escapada de Sánchez se suma al enfado que supuso en la Comisión Europea el haberle atribuido a Von der Leyen unas supuestas críticas a Feijóo. El bulo fue utilizado por el PSOE durante la campaña electoral, algo que Bruselas trató de cortar de raíz. No gustó que el presidente del Gobierno utilizara un atril en Europa para sus mensajes políticos el pasado 30 de junio y tampoco que, a pocos días del 23-J, se use el nombre de la presidenta de la Comisión Europea.