La pérdida de escaños deja a Vox sin posibilidad de presentar recursos ante el TC ni mociones de censura

Vox ha pasado de 52 escaños en 2019 a 33 en las elecciones de este domingo. Desde la formación de Santiago Abascal sabían que podían no alcanzar la cifra tan alta que consiguieron hace cuatro años –y que doblaba en pocos meses la que obtuvieron en su entrada en el Congreso– conscientes de que la Ley D'Hont iba a perjudicarles. Sin embargo, aspiraban a ser la llave del Gobierno que se conformara tras el 23-J, una posibilidad que se antoja complicada de producirse.

A expensas de si se produce una repetición electoral o no, en función del discurrir de los acontecimientos en las próximas semanas, la realidad hoy por hoy es que la pérdida de 19 escaños ha dejado a Vox sin la posibilidad de llevar a cabo dos de sus acciones más significativas a la hora de ejercer la oposición al Gobierno durante esta legislatura: no podrán presentar recursos ante el Tribunal Constitucional ni registrar ninguna moción de censura.

Así lo recoge la Carta Magna, además del reglamento del Congreso. En su artículo 162, queda estipulado que están legitimados para interponer recurso de inconstitucionalidad el presidente del Gobierno, el defensor del pueblo, 50 diputados, 50 senadores, los órganos colegiados ejecutivos de las comunidades autónomas y en su caso las Asambleas autonómicas.

Durante los últimos cuatro años Vox ha empleado este mecanismo para hacer oposición y tratar de tumbar muchas de las medidas impulsadas por el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos. Es el caso del recurso contra los estados de alarma decretados durante la pandemia, que finalmente fueron declarados inconstitucionales, o los recursos contra la ley de Memoria Democrática, la ley del 'solo sí es sí', la ley trans, la ley de eutanasia, la Ley Celaá, la ley que castiga a los provida con penas de cárcel o, el recurso contra la reforma del Código Penal que deroga el delito de sedición y rebaja las penas por delito de malversación.

En cuanto a la oposición parlamentaria, de ahora en adelante Vox no podrá registrar ninguna moción de censura. Y es que, según recoge la Constitución en su artículo 33, así como en el reglamento del Cámara Baja, esta iniciativa debe ser propuesta al menos por la décima parte de los diputados, esto es, 35.

A lo largo de esta legislatura ha presentado dos: una primera, en octubre de 2020, con Santiago Abascal como candidato, y una segunda, este mismo año, en marzo, encabezada por el economista Ramón Tamames. Aunque ninguna prosperó al contar, en el primer caso, con el rechazo de toda la cámara a excepción de sus 52 síes, y en el segundo, con el rechazo del resto de grupos parlamentarios, la abstención del PP y 53 votos a favor, los suyos y el del diputado del grupo mixto Pablo Cambronero.

En cualquier caso, Abascal aseguró en su comparecencia ante los medios al poco de conocerse los resultados electorales que Vox estaba preparado «tanto para hacer oposición como para una repetición electoral», y sobre esa premisa, y la de que no bajarán ninguna de las banderas que han levantado hasta la fecha, se presentan ante el escenario incierto que este domingo dejaron las urnas.