La culpable del posible Gobierno de Sánchez: una derecha desunida
Si PP y Vox hubieran concurrido con una sola lista en las elecciones, habrían sacado mayoría absoluta
El resultado de las elecciones generales del 23-J ha sorprendido a todo el mundo. Hasta el último momento, las encuestas otorgaban un triunfo relativamente cómodo al PP, que podría llegar a Moncloa con el apoyo de Vox. Un escenario muy lejos del que finalmente diseñaron las urnas, aunque podría haber sido similar al que arrojaba la demoscopia si la derecha hubiera concurrido unida a las elecciones.
El PP logró 136 escaños este domingo, 47 más que en las elecciones de 2019, mientras que Vox cedió 19 asientos en el Congreso de los Diputados y se quedó con 33. Entre ambos, suman 169, siete menos de los que necesitaban para que hubiera una mayoría absoluta de derechas en la Cámara. De haberse presentado juntos, sin embargo, PP+Vox habrían logrado 181 escaños.
La derecha logró 11.125.584 votos en este 23-J y la mayoría absoluta que consiguió Mariano Rajoy en 2011 estuvo amparada en 10,9 millones de votos. Mientras hace 12 años, 200.000 papeletas menos le daban al PP la mayoría más amplia de la democracia, ahora la suma de los dos partidos no da siquiera para poder formar Gobierno. La razón está en la dispersión del voto de derechas por la existencia de Vox.
La ganancia de escaños habría sido principalmente en Cataluña. La suma de PP+Vox habría logrado 12 escaños más de haber concurrido juntos, cuatro más de los que han obtenido este 23-J. En cada una de las provincias catalanas, habrían arrancado un escaño a la izquierda y al independentismo.
Lo mismo habría ocurrido en las circunscripciones de Pontevedra, Burgos, La Rioja, Madrid, Baleares, Albacete, Murcia y Sevilla. En total, 12 provincias en las que habría cambiado el escenario y habría llevado a un cambio radical en el panorama español.
Esta cuenta se realiza, lógicamente, contando con el que el 100 % de los votos que lograron el domingo PP y Vox se repitieran en una teórica alianza entre ambos. Sería difícil ese escenario, aunque sí se cumpliría en un 75-80 por ciento de los casos, por lo que una mayoría absoluta habría sido factible. Sin embargo, una derecha desunida permite un posible gobierno de Sánchez.