Sánchez marca el ritmo: no despachará con el Rey en Marivent y se toma unas vacaciones

Alberto Núñez Feijóo toma la iniciativa, pero es Pedro Sánchez el que marca el ritmo. Ése es el mensaje que quiere trasladar la Moncloa tras los resultados del domingo, toda vez que el presidente en funciones es el único con posibilidades de reunir los apoyos para la investidura. Más aún después de que el PNV haya rechazado hablar siquiera con el PP.

Sánchez pretende reducir las constantes vitales de la política en las próximas semanas y hasta el 17 de agosto, la fecha en la que se constituirán las Cortes y diputados y senadores acatarán la Constitución. Quiere adormecerla, demostrar que no tiene prisa.

Tal es así que el presidente ni siquiera se desplazará este mes de agosto al Palacio de Marivent para el tradicional despacho veraniego con Felipe VI, según confirmó la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez. Según el Ejecutivo, estando Sánchez en funciones no procede ese despacho por ser extraordinario. No obstante, antes de que el Rey se desplace a Palma de Mallorca ambos celebrarán un despacho ordinario en Zarzuela.

Sin embargo, el propio Sánchez visitó Marivent estando en funciones el 7 de agosto de 2019, en medio de las negociaciones para la investidura tras las elecciones de abril de ese año. Según contó la Moncloa entonces, Sánchez trasladó al Rey «la necesidad de que se forme Gobierno cuanto antes, para poder afrontar con urgencia los grandes retos a los que se enfrenta España y le ha trasmitido su deseo de evitar la repetición de elecciones». Después no llegó a un acuerdo con Pablo Iglesias para un Gobierno de coalición y hubo que repetir las elecciones.

El jefe del Estado tendrá el protagonismo a partir del 21 de agosto, que será -previsiblemente- el día que empiece la ronda de consultas para proponer un candidato a la investidura, un papel que le confiere la Constitución. No hay plazos.

El Consejo de Ministros también echa la persiana. El de este martes fue el último antes de un parón que durará, al menos, tres semanas. En principio, el Gobierno en funciones celebrará su próxima reunión el martes 22 de agosto. Aunque la decisión no es firme y la vuelta de los ministros podría retrasarse, incluso, hasta el 29 de agosto.

Desde el equipo del presidente explican que Sánchez descansará estas semanas, pero no aclaran dónde. También matizan que seguirá teniendo agenda, aunque no sea pública. No hay previsto que dé ninguna rueda de prensa para explicar su hoja de ruta.

La portavoz insistió en levantar el pie del acelerador. «Hay que dar este tiempo y esa tranquilidad a la democracia», según Rodríguez, quien añadió que ahora es el turno de los grupos parlamentarios. Son ellos los que, en teoría, tienen que negociar la composición de la Mesa del Congreso, que será lo primero. Aunque el grupo parlamentario socialista habla y actúa como mero emisario de Sánchez.