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El Rey, Felipe VI, en una imagen de archivoEFE

La sombra de un nuevo plantón independentista compromete al Rey en su elección del candidato a la Presidencia

Si buena parte de los socios de Sánchez vuelven a ausentarse de la ronda de consultas, Felipe VI deberá decidir quién irá a la investidura sin conocer la opinión de todos los grupos

Si el Rey ya tenía complicado elegir cuál será el candidato a la investidura tras las elecciones del pasado 23 de julio, dado que tanto el 'popular' Alberto Núñez Feijóo como el socialista Pedro Sánchez tienen intención de alcanzar la Presidencia del Gobierno, otro factor añadirá más tensión a una decisión que, tanto si se decanta hacia un lado o hacia el otro, no dejará contenta a una de las dos partes.

El motivo no es otro que la presencia, o no, de los partidos nacionalistas e independentistas en la ronda de consultas que Felipe VI iniciará una vez se constituyan las Cortes, a partir del próximo 17 de agosto. Y es que varios de ellos ya se han ausentado en el pasado de estas reuniones. Unos encuentros que sirven para que el Rey conozca de primera mano la postura de los diferentes partidos para así, por el papel que le otorga la Constitución, designar un candidato.

Y es que, como señala el artículo 99, «después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos constitucionales en que así proceda, el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno».

Una situación que se vería totalmente desvirtuada si partidos como ERC, EH Bildu e incluso el BNG vuelven a dar plantón al Monarca, como ya ocurrió tras las elecciones de 2016 y 2019, pero con el agravante de que en esta ocasión la duda sobre cuál es el candidato más idóneo para presentar su investidura es más espesa que nunca, dado el resultado de las urnas el 23-J.

Tras el recuento del voto del Censo de Residentes Ausentes en el Extranjero (CERA), que decantó un escaño del PSOE a la balanza del PP, los 'populares' fueron los ganadores de las elecciones, con 137 escaños en la Cámara Baja, pero una alianza con Vox y sus 33 asientos, más el representante de UPN, no suma lo suficiente como para que Feijóo salga investido presidente.

Sin embargo, los 121 diputados socialistas unidos a los 31 de Sumar junto con la amalgama de partidos nacionalistas y separatistas (ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG, y quizás Coalición Canaria) sí que permitirían que Sánchez siguiese residiendo en el Palacio de la Moncloa, al tener mayoría absoluta sí finalmente el partido del expresidente prófugo catalán Carles Puigdemont lo facilita.

El Rey, que va camino de realizar diez rondas de consultas en menos de una década, igualando a su padre, Juan Carlos I, en 38 años de reinado, deberá por tanto decantarse bien por el candidato más votado y vencedor de los comicios, bien por quien tiene más posibilidades de formar gobierno, aunque, en estos momentos, no tenga el 'sí' de todas las formaciones de las que precisa.

Si ese candidato, ya sea Feijóo o Sánchez, no lograra la mayoría absoluta en la sesión de investidura, se produciría otra dos días después, en las que el candidato ya solo necesitaría mayoría simple. Si no lo lograse, Felipe VI convocaría una nueva ronda de consultas con los líderes de los partidos y arrancaría la cuenta atrás para que el otro candidato –Sánchez o Feijóo– tratasen de ser investidos. Si ninguno de los dos lo consiguiese, España estaría abocada a celebrar unas nuevas elecciones, como ya ocurrió hace cuatro años.