Jorge Buxadé: «Vamos a poner todo nuestro esfuerzo en evitar un Gobierno de destrucción nacional»

Han pasado dos semanas desde las elecciones generales. Jorge Buxadé (Barcelona, 1975), vicepresidente de Acción Política de Vox y eurodiputado, recibe a El Debate en la sede nacional del partido en pleno contexto postelectoral para analizar los resultados y el nuevo escenario que dejó el 23-J.

–¿Cuál fue su percepción cuando se conocieron los resultados la noche electoral?

–Quizá como la de muchos millones de españoles, una cierta sorpresa, porque es una campaña que había sido dirigida, patrocinada, promovida por las encuestadoras. En todas las entrevistas a Santiago Abascal o a cualquiera de los candidatos de Vox se nos preguntaba por las encuestas y por los pactos autonómicos, y se había creado todo un estado de opinión. El PP la última semana prácticamente vendía que estaba rozando la mayoría absoluta.

Y el siguiente paso es la preocupación porque en cualquier caso, el Gobierno de España va a quedar en manos del peor separatismo, de los golpistas, de Bildu, los herederos políticos de ETA, y de ERC, que es igual de golpista que Junts, lo único que ha sido beneficiado por los indultos de Sánchez. A partir de ahí, a seguir trabajando, porque esto es un camino muy largo y recuperar España y restaurar lo que han destruido nos va a costar tiempo.

–¿A qué achaca los resultados de Vox?

–Creo que se ha producido una brutal campaña de voto útil, que además se ha demostrado errónea. Hemos puesto de manifiesto ejemplos donde los votos que masivamente se han ido por ese voto útil que se ha estado trabajando a través de los medios en el PP han quedado en nada porque no han dado lugar a un nuevo escaño, y, sin embargo, Vox no ha podido obtener ese diputado en Sevilla que se hubiera quitado al PSOE, o en Tarragona, que se lo hubiéramos quitado a Junts, o en Albacete, también al PSOE.

Hemos hecho autocrítica, pero la hacemos dentro del partido, incluso cuando las elecciones van muy bien. Lo que no vamos a aceptar es que nos la hagan desde otros partidos o determinados gurús de la comunicación, los mismos que se equivocaron en esa estrategia de demonizar y atacar a Vox y de convertir la campaña en una discusión sobre la eficacia o la bondad de los acuerdos en Valencia, Extremadura o Baleares, cuando tendríamos que haber estado hablando de todas las tropelías de Sánchez.

Se ha producido una brutal campaña de voto útil, que además se ha demostrado errónea

Su legislatura empieza con una mesa de la traición con los separatistas para diseñar la destrucción del orden constitucional; pasa por la derogación del delito de sedición, los indultos, rebajar las penas de la malversación, un estado de alarma inconstitucional, un segundo estado de alarma inconstitucional, la vulneración masiva de los derechos y libertades...De eso tendríamos que haber estado hablando.

–Con 33 escaños, Vox se ha quedado sin la posibilidad de presentar una moción de censura o recursos ante el TC. ¿Qué estrategia se plantean para hacer oposición?

–Durante esta legislatura creo que hemos sido la única oposición real al Gobierno y la hemos hecho a través de recursos de inconstitucionalidad, de dos mociones de censura, pero también de proposiciones de ley, de no de ley, de preguntas parlamentarias, de intervenciones en el Congreso, y en la calle. Hemos apoyado manifestaciones del sindicato Solidaridad, y hemos convocado nuestras propias manifestaciones. Hay muchísimas armas.

–¿Qué escenario cree que se dibuja ahora? ¿Ve más probable una repetición electoral o que Pedro Sánchez pueda reeditar su Gobierno?

–Es un escenario muy complicado y muy peligroso. Nosotros advertimos del peligro de que, en cualquier caso, cualquier alternativa o composición de Gobierno va a pasar por tener partidos nacionalistas. Es muy peligroso que Sánchez esté dando ya todos los pasos para conseguir el apoyo de Bildu, de ERC y de Junts. Ese Gobierno va a ir hacia un referéndum separatista que tenga el plácet del señor Sánchez. No tiene ningún escrúpulo. Vamos a poner todo nuestro esfuerzo en evitar ese Gobierno de destrucción nacional.

–¿La sociedad española ha naturalizado los pactos con Bildu, y con ERC? El PSOE ha ganado un millón de votos respecto a las anteriores elecciones generales...

–Por desgracia, la respuesta es clara: sí, por supuesto. Pero esto viene de más atrás. Ya tuvimos un primer pacto de Felipe González con la Convergència de Pujol, y luego Aznar, también acabó cerrando esos Pactos del Majestic. Son muchos años de aceptar que la gobernabilidad de España está en manos de aquellos que quieren destruir la nación.

¿Por qué tanto problema con los acuerdos de Vox y el PP allí donde hemos llegado? Porque, por ejemplo, en Baleares, cuando pactamos con el PP que se reconozca a los niños el derecho a ser educados en español es casi revolucionario. Se han normalizado los acuerdos con Bildu, con ERC, incluso están hablando de pactar con Junts, con un fugado de la justicia. Es un peligro gravísimo. No podemos dejar de insistir en ello para que todos los españoles, incluso aquellos que no nos han votado o que han votado al PSOE, tengan la posibilidad de recapacitar y darse cuenta de qué es Sánchez y hasta dónde está dispuesto a llegar solo para mantenerse en el poder.

–¿Qué se le pasa por la cabeza cuando escucha cómo se compara con equidistancia los pactos con Bildu y ERC y los pactos con Vox?

–Pues que es una falacia y una inmoralidad. Vox es un partido que no tiene en su historia ni un solo acto de violencia ni una sola afirmación de violencia. Mientras que ERC y Bildu tienen en su historia golpes de Estado, candidatos que han formado parte de organizaciones terroristas que no han renunciado a la acción violenta, que siguen amenazando al pueblo español,...

Hemos visto a lo largo de esta campaña cómo supuestos medios del centroderecha o centro, han demonizado a Vox. Y una cosa muy peligrosa: al criminalizar las ideas de Vox se están criminalizando cosas muy importantes. Si se nos acusa de ser muy exigentes en la defensa de España y de su unidad, acaba criminalizándose la unidad de España. Si defendemos la familia, la natalidad y se nos demoniza, indirectamente acaba demonizándose eso. Esa es la batalla cultural que tenemos que dar y que estamos dando.

–¿Cree que Alberto Núñez Feijóo debería presentarse a la investidura, aun sin contar con los apoyos suficientes?

–No sé lo que tiene que hacer. No le voy a decir yo lo que tiene que hacer. Creo que todos los diputados del Congreso y los partidos que estamos implicados tenemos que hacer los mayores y mejores esfuerzos para evitar el Gobierno de destrucción nacional. El PP ha ganado las elecciones, es la lista más votada. Tiene la responsabilidad, que con toda seguridad querrá asumir, de intentar coser las alianzas suficientes para construir un Gobierno que evite ese otro Gobierno de destrucción nacional.

Vox no tiene en su historia ni un solo acto de violencia ni una sola afirmación de violencia

–Él y Santiago Abascal se reunieron la semana pasada. ¿Nos puede dar algún detalle de lo que hablaron?

–El señor Feijóo y el señor Abascal se han reunido y forma parte de la normalidad democrática. Hasta ahí puedo leer.

–Se lleva tiempo hablando de ello, pero se ha hecho especial hincapié estas semanas, de que en Vox existen dos almas o dos alas. No sé qué le parece...

–Eso simplemente es el adversario político, el enemigo, es ese tertuliano, líder de opinión, director de un medio de comunicación que quiere dividir a Vox. Vox no tiene ni dos, ni tres, ni siete almas. Es un partido con un proyecto político, con un líder indiscutido y con muchísimos diputados, concejales, cargos orgánicos que trabajan en la misma línea.

–Vox ha planteado un cambio de rumbo y dar la batalla cultural. Pero no sé si tiene la sensación de que hay una mayoría social que parece haber asumido los postulados de la agenda ideológica de la izquierda, en temas como el aborto, por ejemplo, o el tema del género. Cuando en Castilla y León se anunció el protocolo provida hubo una fuerte reacción mediática y política...

–Porque son las élites mediáticas las que a veces, defendiendo intereses propios suyos o de otras organizaciones, grupos políticos o partidos, están en esa línea de criminalizar. Hay que tener en cuenta que no sólo son esas cuestiones tradicionales de la batalla cultural, también es que en España hay una ley de cambio climático que prohíbe explorar, investigar, explotar nuestros recursos naturales. Tenemos la posibilidad de hacerlo para obtener una menor dependencia energética, y sin embargo, hay una mayoría de partidos que dicen que no por cuestiones ideológicas.

La batalla cultural es defender nuestro campo, a los agricultores y a los ganaderos que se ven amenazados por una normativa que surge de Bruselas absolutamente irracional, que han escrito unos burócratas mientras sigue dando dinero a Marruecos para financiar sus planes nacionales de regadíos o plantar olivos...La batalla cultural es defender que la entrada de productos extranjeros en el territorio nacional se haga con un verdadero control que garantice que compiten en igualdad de condiciones.

Vox no tiene ni dos, ni tres, ni siete almas. Es un partido con un proyecto político y con un líder indiscutido

Efectivamente, 45 años de cierta renuncia a las convicciones profundas lleva a que haya un número de españoles que vote esas opciones de izquierda. Pero el problema es que nos quieren colocar en el eje permanente de derecha e izquierda. Cuando un señor tenía diez años y podía jugar en la plaza de su barrio y ahora tiene 50 y su hijo de diez años no puede jugar porque está amedrentado por una banda, ¿eso es de izquierdas o de derechas?

Defender que los que entran y quieren venir a trabajar aquí tienen que hacerlo legalmente y que no podemos permitir la entrada masiva, indiscriminada, con colaboración con las mafias de tráfico de seres humanos en el Mediterráneo de inmigrantes ilegales, ¿eso es de izquierdas o de derechas? Si conseguimos hablar de las cosas de sentido común, y que realmente los medios traten estas cuestiones, que es lo que de verdad preocupa a los españoles, con toda seguridad habrá un cambio de rumbo en España.

–¿Qué balance hace de la puesta en marcha de los gobiernos autonómicos formados entre PP y Vox después del 28-M?

–Creo que es muy bueno. En Baleares, en dos semanas, eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones de padres a hijos y de abuelos a nietos, el compromiso de garantizar el derecho a ser educados en español en todo el territorio nacional; en el Ayuntamiento de Palma, modificar el reglamento de usos lingüísticos para que por fin, después de 37 años, la administración se dirija a los vecinos en español…Hasta que no ha llegado Vox, esto no ha sido posible.

En Valencia, lo mismo al respecto del impuesto de sucesiones y donaciones con rebajas brutales. Castilla y León va muy bien adoptando medidas de apoyo al sector agrario y ganadero, a la natalidad y a la familia; esos 500.000 euros..., que por primera vez hay una partida presupuestaria para ayudar a las mujeres víctimas de la violencia intrafamiliar. En Extremadura, el Gobierno está en ciernes, pero tenemos muy claro que nuestra consejera tiene ideas muy determinadas para mejorar la gestión forestal y el mundo rural.

Si conseguimos hablar de las cosas de sentido común y que los medios traten lo que de verdad preocupa a los españoles, habrá un cambio de rumbo en España

Hay líderes del PP que lo han entendido, y hay otros que por intereses personales o por simple ansia de poder no y siguen en esa estrategia de demonizar a Vox. Nosotros vamos a seguir con la mano tendida para construir la alternativa y un cambio de rumbo. No nos vamos a mover de ahí.

–¿Cree que va a haber una repetición electoral en Murcia?

–Está en manos del PP. Nuestra mano tendida. Tenemos un modelo que es Castilla y León, Valencia,…Hay líderes del PP que quieren utilizar a los murcianos de moneda de cambio. Confío en que el sentido común llegue a ellos.