El Ayuntamiento de Logroño se une a Cantabria y rechaza construir un centro de refugiados

El alcalde de Logroño, Conrado Escobar, ha confirmado el rechazo del Ayuntamiento a la construcción de un nuevo centro de acogida y protección integral de refugiados en la capital riojana. De esta manera, se une a Cantabria, cuya presidenta, María José Sáenz de Buruaga, ha anunciado esta misma semana que la parcela donde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones planteaba construir uno de estos edificios finalmente se destinará al cuidado y asistencia de personas mayores de la región.

Según ha explicado el regidor logroñés, la propuesta que ha hecho el departamento dirigido por José Luis Escrivá «no es la fórmula idónea» y frente a ella ha abogado por «trabajar en un proceso personal de acogida» que se lleve a término «de manera responsable y ordenada», así como «individualizada». En este sentido, ha subrayado que lo más importante al tratar este tema es que «no hay que frivolizar ni simplificar la cuestión». «No es un edificio: son personas», ha recalcado.

Además de las formas utilizadas por el Ministerio, para justificar su negativa Escobar -del Partido Popular- ha alegado razones administrativas. Así, ha indicado que el anterior Equipo de Gobierno, formado por el PSOE, Unidas Podemos y el Partido Riojano, comenzó la tramitación ordinaria para construir el centro de refugiados. Para ello, en junio de 2022 suscribió un memorándum de entendimiento entre el Ayuntamiento de Logroño y el propio Ministerio.

«Reparos» y archivo del expediente

Seguidamente, ya en febrero de este mismo año, Inclusión recibió una propuesta en la que se detallaba una parcela municipal dotacional privada, concretamente en la zona de El Campillo, con una superficie de 7.805 metros cuadrados en la que se podría edificar un centro con capacidad para 300 personas. Además, este estaría equipado con espacios comunes, un comedor, varias aulas para realizar talleres y actos y zonas deportivas, entre otros aspectos. Según el documento, de confirmarse el proyecto, la previsión era de crear entre veinte y veinticinco puestos de trabajo directos y hasta cincuenta indirectos.

Una vez hecho el ofrecimiento de los terrenos, el antecesor de Escobar en el cargo, el socialista Pablo Hermoso de Mendoza, se puso en contacto con el Ministerio para que este diese la conformidad a la parcela planteada y, en tal caso, que presentase una oferta económica para proceder a su enajenación. La contestación se recibió a los pocos días, el 7 de febrero, por lo que el Consistorio automáticamente pasó a redactar el borrador del acuerdo y lo remitió a Madrid.

Durante el mes de marzo, tanto el Ayuntamiento como el Ministerio intercambiaron distintas consideraciones sobre el acuerdo, pero en ningún momento el equipo de Escrivá respondió a los «reparos» que la administración local planteó, como fue la propuesta de recuperar la parcela «si el proyecto no cuajaba», ha apuntado Escobar. De este modo, y ante el silencio de Inclusión, el expediente del centro quedó «paralizado administrativamente», un proceso que culminó el pasado 7 de julio con el archivo definitivo por parte de la Unidad de Patrimonio.

No obstante, el alcalde ha asegurado que en los próximos días enviará una carta a la secretaria de Estado de Migraciones, Isabel Castro, en la que le pedirá una reunión personal y donde ofrecerá «la colaboración del Ayuntamiento de Logroño en los procesos de acogida de refugiados». Con ese objetivo, el primer edil también buscará la implicación del Gobierno de La Rioja -en manos del PP por mayoría absoluta- y de entidades que en su día a día trabajan con este colectivo, como Cruz Roja.