Puigdemont tensa la negociación con el PSOE: «Crece el nerviosismo, sube la subasta»

El jueves de esta semana, 17 de agosto, es un día que está marcado en rojo en las agendas de los partidos políticos. Después de las elecciones generales, en tan solo tres días tendrá lugar la constitución del Congreso de los Diputados y el Senado, un acontecimiento que dará pistas acerca de las posibles alianzas sobre las que puede pivotar no solo la investidura, sino la próxima legislatura.

Así, tras los comicios, el PSOE se mostró eufórico pese a que fue el Partido Popular quien ganó esa noche. Al no alcanzar la mayoría absoluta la suma del PP y Vox, en la sede de Ferraz dieron por sentado que se podía reeditar la fórmula con la que los socialistas han estado gobernando los últimos cuatro años. Sin embargo, la alegría desatada se ha venido convirtiendo progresivamente progresivamente en cautela, cuando no en nerviosismo.

«Sube la subasta»

Las urnas dejaron una aritmética parlamentaria en la Cámara Baja de lo más enrevesada, de modo que si el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, quiere revalidar el cargo, no le queda más remedio que pactar con todo el arco salvo con los populares y los de Santiago Abascal. En este sentido, el expresidente de la Generalitat de Cataluña fugado de la acción de la Justicia, Carles Puigdemont, le ha recordado al secretario general socialista que si pretende conseguir su apoyo en San Jerónimo tendrá que subir la apuesta y pasar de las palabras y la declaración de intenciones a la vía de los hechos.

A través de un mensaje publicado en su perfil de la red social Twitter, el prófugo ha asegurado que encarar una negociación «a través de declaraciones públicas» no es la «opción» que maneja Junts per Catalunya. En una clara advertencia dirigida a Moncloa y Ferraz, ha señalado que, a medida que se aceran «días decisivos», apuntando al día de la configuración del Congreso, «crece el nerviosismo, sube la subasta y se disparan las especulaciones». El texto lo ha terminado con una alusión a los miembros de su formación encargados de sentarse a hablar con el PSOE: «Paciencia, perseverancia y perspectiva», les ha aconsejado.

Cabe destacar que el partido de Puigdemont sigue poniendo como condición para apoyar la investidura de Sánchez una amnistía que afecte a todos los condenados por la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, así como a los que están procesados por los disturbios tras la sentencia del Tribunal Supremo en la que condenó a los líderes del procés. Igualmente, Junts también exige la celebración de una consulta vinculante en la que se pregunte a los ciudadanos catalanes sobre la independencia de la región.

Por parte del PSOE, los dirigentes que estos días han hablado acerca de las negociación con los independentistas catalanes han insistido en que las conversaciones se llevan «con discreción». Con ello, han evitado revelar el más mínimo detalle de los hipotéticos avances que se estuvieran produciendo y sobre cuál sería el precio que Sánchez estaría dispuesto a pagar con tal de granjearse el apoyo de Puigdemont y lograr la investidura.