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Irantzu Gallastegi es pareja de 'Txapote', junto al que cometió buena parte de los atentados en los que participóEFE

Los 'sellos de ETA' entregados por Francia permitieron condenar a ocho etarras, entre ellos 'Txapote'

Se trata de la documentación incautada a las diferentes cúpulas de la organización terrorista

Los llamados 'papeles de Francia' o 'sellos de ETA', la documentación incautada por el país vecino a las diferentes cúpulas etarras y entregadas a España para su análisis en 2018, han permitido el esclarecimiento de distintos atentados terroristas y la condena a 8 miembros de ETA, según se recoge en el 'Balance del Terrorismo 2022' publicado por el Centro Memorial Víctimas del Terrorismo.

El Centro Memorial, que dirige Florencio Domínguez, repasa los casos en los que los 'sellos de ETA' han contribuido a conseguir sentencias condenatorias, comenzando por el asesinato del funcionario de prisiones Máximo Casado en el año 2000.

En concreto, un escrito de autocrítica o 'kantada', que todos los terroristas debían escribir y enviar a la cúpula tras la comisión de un atentado, del miembro de ETA Iñigo Guridi Lasa intervenido en Francia «contribuyó decisivamente» a la condena de los integrantes del 'comando Totto' Asier Arzalluz Goñi, Aitor Aguirrebarrena Beldarrain e Iñigo Guridi, como autores materiales, a 33 años de cárcel, así como Javier García Gaztelu, 'Txapote', como inductor.

La segunda sentencia afecta a la histórica dirigente etarra Soledad Iparraguirre, 'Anboto', como autora de un delito contra la Corona y depósito de armas de guerra. La clave fue un documento incautado en Salies-de-Béarn (Francia) que acreditaba su vinculación con la dirección de ETA.

Los 'sellos de ETA' permitieron la condena de nuevo de Iñigo Gudiri, a 51 años de cárcel, por el atentado contra un guardia civil en Navarra en el año 2000, mientras que en el caso de José Carlos Apeztegia fue clave un escrito suyo proponiendo realizar atentados contra funcionarios de prisiones.

La quinta sentencia guarda relación con el atentado contra el Palacio de Justicia de Gijón y una farmacia en 1996. A raíz de un escrito de autocrítica intervenido en 2011 de Iratxe Sorzabal, esta integrante de ETA fue condenada a 24 años y seis meses como autora de dos delitos de estragos terroristas.

Las 'kantadas' donde confesaban todo

Otra 'kantada' propició la condena a más de mil años de Juan Luis Rubenach Roig por el atentado con coche bomba contra un responsable de la Policía Científica en el año 2001. Por su parte, Asier Eceiza Ayerra fue condenado a 19 años como cómplice del atentado contra el concejal socialista Juan Priede, de nuevo gracias a los escritos de autocrítica de otros terroristas.

La octava y última sentencia es la de la abogada Arantza Zulueta, en este caso gracias al análisis de inteligencia de documentos incautados en el país galo que permitieron condenarle a cuatro años por un delito de integración en organización terrorista, así como por depósito de armas y explosivos a otros tres años y seis meses.