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La presidenta del Congreso, Francina Armengol, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.Europa Press

Constitución de las Cortes

El volantazo del PSOE en apenas un año: de prohibir el catalán en el Congreso a abrazarlo

Los socialistas rechazaron en junio del año una propuesta que posibilitaba utilizar las lenguas cooficiales en la Cámara Baja

«El reglamento le obliga a usted y a mí exactamente de la misma manera, y sabe que tenemos que expresarnos en lengua castellana, que es de todos». De esta manera se dirigió el 17 de mayo del año pasado la entonces presidenta del Congreso, la socialista Mertixell Batet, al diputado de la CUP, Albert Botran por hablar en catalán desde la tribuna de la Cámara Baja. De hecho, ante la insistencia del político secesionista de emplear el catalán –fue llamado al orden hasta seis veces– Batet decidió silenciar el micrófono de Botran y le obligó a volver a su escaño.

Un mes después, el 23 de junio de 2022, el PSOE votó en contra –junto al PP Vox y Ciudadanos– una reforma del Reglamento del Congreso que permitía que se utilizaran las lenguas cooficiales en la sede de la soberanía nacional. La proposición de Junts, ERC, Compromís y el PNV quería modificar el artículo 6 de la norma que regula la Cámara Baja y añadir que «Los Diputados tendrán el derecho de intervenir en las sesiones del Pleno del Congreso y de las Comisiones en cualquiera de las lenguas oficiales y reconocidas estatutariamente en sus Comunidades Autónomas».

La sucesora de Batet en el cargo, Francina Armengol, ha cambiado de manera radical la postura del partido respecto al empleo de las lenguas cooficiales en la Cámara Baja en su primer día en el cargo. Armengol ha asegurado en su primer discurso como tercera máxima autoridad del Estado que «Quiere manifestar mi compromiso con el castellano, el catalán, el euskera y el gallego, y la riqueza lingüística que suponen. Y quiero anunciarles que esta Presidencia permitirá la utilización de todos esos idiomas en el Congreso desde esta sesión constitutiva».

Lo cierto es que tanto Junts como ERC han exigido que se consienta el uso en el Congreso de todas las lenguas oficiales en España para votar a Armengol como presidenta del Congreso. Así pues, en el PSOE han realizado un giro copernicano, y en poco más de un año los de Pedro Sánchez han pasado de asegurar que la normativa exigía que solo se hablara en español en el Congreso, a defender los beneficios que trae el uso de dichos idiomas en el hemiciclo.

Lo que dice la normativa

A diferencia de lo que expresó Batet hace un año, el Reglamento del Congreso no obliga a sus señorías a que hablen en español ya que no se recoge nada acerca del idioma que se tenga que usar. No obstante, como la Cámara Baja representa al conjunto de España, la Constitución dictamina que «el castellano es la lengua española oficial del Estado» –y ante la falta de los medios técnicos como traductores– nunca se ha permitido el empleo de otras lenguas que no fueran la de toda la nación.

Por su parte, en el Senado, «la Cámara de representación territorial» según la Carta Magna, sí que se puede usar el gallego, el vasco y el catalán. De hecho, en su Reglamento se admite utilizar dichos idiomas en la comisión general de las comunidades autónomas y en los plenos que se debatan mociones. «Los Senadores podrán intervenir en el Pleno, con ocasión del debate de las mociones, en cualquiera de las lenguas que tengan el carácter de oficiales en alguna Comunidad Autónoma», menciona la norma.