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Nadia Calviño y Francina Armegol en un actoEFE

Investigación

Armengol negoció con la número 2 de Calviño la partida de ayudas millonarias de la que luego cobró su pareja

La recién nombrada presidenta del Congreso de los Diputados, la socialista Francina Armengol, se reunió con la número dos de Nadia Calviño, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, para negociar la partida de fondos públicos de la que luego cobraron empresarios baleares entre los que se encuentra Joan Nadal, su propia pareja. El Debate está desvelado durante toda esta semana las inyecciones públicas adjudicadas a las empresas de Nadal y el elevado incremento de las cifras que ha provocado en sus negocios.

El 12 de marzo de 2021, Armengol, en ese momento presidenta de la Islas Baleares, recibió en su despacho a Ana de la Cueva, en ese momento mano derecha de Calviño y secretaria de Estado de Economía. Ambas estuvieron reunidas durante casi dos horas pactando las condiciones de los fondos que se iban a transferir desde el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para que pudieran beneficiarse de avales públicos empresarios baleares. El acuerdo se cifró en más de 1.000 millones de euros.

Francina Armengol y Ana de la Cueva el día de la reunión sobre los créditos ICOEFE

Dos meses después de este encuentro, que Armengol calificó como «histórico», su pareja, el empresario Joan Nadal, comenzó a recibir ayudas de estos fondos que fueron canalizadas a través de la sociedad En Can´t Baleares SL. En concreto, el 15 de mayo de ese año el ICO le transfirió un pago de 160.000 euros, otro de 48.000 euros y un tercero de 24.000 euros. Tan sólo cinco días después se le inyectaron 96.000 euros más. En adelante siguió recibiendo nuevas subvenciones hasta llegar a los 1,1 millones de euros. A esta cifra hay que sumarle los 260.000 euros, que, en paralelo, le abonó la Compañía Española de Reafianzamiento (CERSA) del Ministerio de Industria.

Las ayudas públicas que fueron inyectadas en la empresa de Nadal hicieron que su tesorería aumentara en un 860%, tal y como ha desvelado El Debate. La pareja de Armengol justificó ante Hacienda que el crecimiento exponencial de los ahorros de su compañía, dedicada a la jardinería, se debía, precisamente, a las subvenciones del Gobierno. El empresario balear presentó un escrito donde explicaba que las partidas estatales que se le adjudicaron provocaron mejoras «sustanciales» y «considerables» en sus finanzas.

En paralelo, la hoy presidenta del Congreso explicó entonces que esta inversión del Estado en las islas «es un acuerdo que demuestra que desde el Gobierno se entiende la singularidad de nuestras islas y que significa un empuje muy potente para nuestra economía. Es la primera vez que veo una apuesta tan clara por entender la singularidad de Balears», afirmó. También aseguró que eliminaría burocracia para que se pudiera acceder rápidamente a estas partidas. «Iremos muy rápido y seremos lo más ágiles posibles porque somos conscientes del dolor de empresas y trabajadores», concluyó.

Sin embargo, la pareja de Armengol no era un empresario arruinado que tenía que recurrir a ayudas para que su negocio pudiera sobrevivir. En 2020 ingresó 3,3 millones de euros y 3,9 en 2021. Además, en ambos periodos el resultado del ejercicio fue positivo. Es decir, que no sólo no perdió dinero sino que lo ganó. Armengol y la número dos de Calviño pactaron estas ayudas junto a otros cargos de Baleares. Entre ellos se encontraban la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, el vicepresidente y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes; la consellera de Hacienda y Relaciones Exteriores, Rosario Sánchez; el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, y la consellera de Asuntos Sociales y Deportes, Fina Santiago.

El marido de Calviño

Ana de la Cueva fue secretaria de Estado de Economía entre 2018 y 2021, fecha en la que el Gobierno la nombró presidenta de Patrimonio Nacional, dependiente del Ministerio de Presidencia. En diciembre de 2022 protagonizó una enorme polémica tras contratar a Ignacio Manrique de Lara, marido de Calviño, como alto directivo del organismo que ella misma presidía. Este periódico desveló entonces que la contratación se blindó con una cláusula de confidencialidad. Finalmente, Manrique de Lara acabó renunciando al puesto.

La ministra Calviño dijo aseguró tras revelarse el fichaje de su marido que lleva años «escuchando todo tipo de ataques personales totalmente injustificados». Seguidamente, remitió a los medios de comunicación a la información aportada por Patrimonio Nacional sobre este proceso.

«Llevo cuatro años y medio escuchando todo tipo de ataques personales totalmente injustificados», dijo Calviño preguntada al respecto durante una rueda de prensa tras la reunión de ministros de Economía y Finanzas celebrada en Bruselas. «Creo que Patrimonio Nacional ya ha dado información muy detallada sobre este proceso y no tengo nada que añadir», afirmó la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital.