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Montaje: Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, las dos caras de la moneda independentista

Paula Andrade

El laberinto catalán

ERC y Junts negocian la investidura con el PSOE en formato subasta

En el encuentro entre Aragonès y Puigdemont no se llegó a más acuerdos que seguir hablando, dado que los intereses de los republicanos y los neoconvergentes de Junts son muy distintos

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès (ERC), y el expresidente prófugo, Carles Puigdemont (Junts), mantuvieron un discreto encuentro el pasado lunes un tras su participación en un acto de homenaje a Pau Casals. Según informa el digital elmon.cat, la reunión entre ambos líderes se celebró en el Hotel Castell Rose, a las afueras de Prades, cerca de la frontera con España.

Aragonés ha visitado tres veces a Puigdemont en Waterloo (Bélgica), pero la última reunión entre ambos se remontaba a mayo del año pasado, antes de que Junts decidiera, por influencia decisiva de Puigdemont, abandonar el gobierno encabezado por Aragonés al considerarlo poco exigente frente a Sánchez.

En la reunión a los pies del Canigó, Aragonès y Puigdemont parece que tantearon la posibilidad de coordinar la negociación cara a la investidura, pero en el encuentro no se llegó a más acuerdos que seguir hablando dado que los intereses de los republicanos y los neoconvergentes de Junts son muy distintos.

ERC mantiene tres líneas de negociación abiertas. La primera directamente con Félix Bolaños encabezada por Teresa Jordà, número 2 de ERC en el Congreso y en estos momentos mejor valorada por la dirección de su partido que Gabriel Rufián. La segunda línea de contactos es con Sumar y ya ha dado como resultado la cesión de diputados de Yolanda Díaz a ERC para que este pueda formar grupo parlamentario. La tercera línea de negociación es a través de la coordinación entre Bildu y ERC. No obstante, estas dos fuerzas forman grupo parlamentario conjunto en el Senado. ERC, al ser el partido de gobierno en Cataluña tiene intereses en materias muy concretas como la transferencia de Cercanías-RENFE o la gestión del aeropuerto de El Prat.

Por su parte, Junts tienen contacto directo con el PSOE y una vía abierta con Sumar mediante Jaume Asens, expresidente del Grupo parlamentario de Unidas Podemos, pero las relaciones entre Junts y Sumar son muy frías. No obstante, los Comunes, marca de Sumar en Cataluña, siempre han buscado remover a Junts (ex CiU) de cualquier ámbito de poder en Cataluña.

Para Junts más que lo tangible lo que importa es el simbolismo y los grandes gestos. Desde ERC critican veladamente a Junts por su línea negociadora poco realista. El senador republicano Joan Queralt ha dicho que «la amnistía no supone el final del conflicto sino de una etapa. Conseguir la amnistía no quiere decir que luego todo sea fácil».

Desde Junts, según ha publicado El Periódico de Cataluña, valoran exigir al PSOE una visita del equipo negociador socialista a Waterloo, residencia del expresidente huido, para así rehabilitar políticamente su figura. La relación entre Junts y el PSOE también ha empezado a dar sus frutos a los de Puigdemont dado que el PSOE ha cedido diputados a Junts para que este pueda formar grupo parlamentario en el Congreso.

Críticas desde el independentismo

La relación entre Junts y el PSOE no está siendo bien recibida por algunos sectores del independentismo, los mismos que critican a ERC por autonomista ahora ven mal que Junts haya pactado investir a Francina Armengol presidenta del Congreso a cambio de obtener Grupo parlamentario. Vicent Partal, editor de Vilaweb, unos de los digitales de referencia del entorno de Puigdemont y uno de los medios más subvencionados por la Generalitat, ha editorializado afirmando que la cesión de diputados del PSOE a Junts es «una forma de perder credibilidad».

Quizás para acallar las críticas desde Junts la amnistía y un acuerdo sobre el referéndum de autodeterminación son cuestión clave para seguir avanzando en la negociación. Dolors Feliu, presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), en su participación en la Universidad Catalana de verano 24 horas más tarde de su paso por ahí de Pujol, Montilla, Aragonés y Puigdemont, elevó el nivel de exigencia independentista y criticó la falta de ambición en la negociación tanto de Junts como de ERC. «¿Si hacen una amnistía ya estaremos contentos o queremos alguna cosa más?», se pregunto retóricamente Dolors Feliu. La presidenta de la ANC se respondió a sí misma: «O independencia o nada».

Las críticas a Junts que proceden de sus propias filas causan preocupación Waterloo, guarida de Puigdemont. El exvicepresidente del parlamento catalán a propuesta de Junts, Josep Costa, también ha visitado la Universidad Catalana de verano donde ha afirmado que «los negociadores de Junts pueden ser espiados» –en referencia al caso Pegasus– y ha marcado claramente su posición al decir «con España no se puede negociar».

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