Río Tajo
Mauritania niega a España el desembarco del buque de la Guardia Civil con los inmigrantes que se amotinaron
Los agentes tuvieron que realizar disparos al aire tras la actitud violenta de los tripulantes, que finalmente serán devueltos a Senegal
Mauritania no da su brazo a torcer y los 168 inmigrantes custodiados por la Guardia Civil en el buque Río Tajo frente a sus costas sigue sin poder desembarcar, tras cuatro días fondeado y después de que incluso se produjera un motín a bordo que obligó a los agentes de la Benemérita a realizar varios disparos al aire. Esta situación ha provocado que los inmigrantes sean finalmente devueltos a Senegal, de donde partieron, tras la negativa mauritana.
La embarcación se encuentra en la bahía de Nouadhibou y estaba a la espera de un entendimiento, que no se ha dado, entre las autoridades mauritanas y las españolas y Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas), en un pulso a cuentas de la inmigración ilegal, materia en la que nuestro país ayuda de manera constante al país norteafricano. No en vano, el Instituto Armado dispone de 35 agentes en ese país, desplegados entre la citada ciudad y la de Nouakchot. Solo en 2021, realizaron más de 300 patrullas marítimas.
Este trabajo de control de los flujos migratorios se ve en ocasiones alterado por sucesos de máxima tensión, como el vivido a bordo de la patrullera, que lleva ya cuatro días, desde el pasado 24 de agosto, con estos casi dos centenares de inmigrantes dentro, después de ser recogidos de un cayuco. El punto álgido de nerviosismo se vivió el sábado, cuando los agentes tuvieron que disparar al aire en un par de ocasiones y tuvo que reforzarse la tripulación con más agentes.
Fuentes de la Guardia Civil han asegurado a Efe que tras estos momentos de frenesí, la situación es más tranquila a bordo, aunque se habría producido algún altercado menor. Y es que según la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), en el barco tanto agentes como inmigrantes se encontrarían en «condiciones penosas», lo que les lleva a temer que se pudiera vivir un nuevo motín.
Por su parte, la asociación Justicia para la Guardia Civil (Jucil) ha instado a la Dirección General de la Benemérita a que tome «decisiones contundentes ante los episodios de motines vividos a bordo y en los que se ha puesto en riesgo la integridad de la tripulación».
Relaciones «excelentes»
España mantiene desde hace aproximadamente diez años un convenio con Mauritania que permite la devolución en sus puertos de cualquier inmigrante siempre que haya salido de sus costas o transitado por su territorio y sea cual sea su nacionalidad. Se desconoce qué alega Mauritania para impedir el desembarco, en un asunto que no está teniendo mucha relevancia mediática en aquel país, a tenor de la ausencia de informaciones en Al Chaab y Al-Akhbar, dos de los principales diarios mauritanos, consultados por este periódico.
Desde las autoridades españolas tampoco se está arrojando mucha luz sobre este asunto, aunque sí han confirmado a Efe el destino de los inmigrantes. El Ministerio del Interior trasladó el domingo a Efe y Europa Press que las relaciones con Mauritania eran «excelentes», aludiendo a que en 2022 llegaron a las costas canarias 55 embarcaciones ilegales mientras que este año solo han sido cinco. Asimismo, aseveraron que el Río Tajo no desembarcaría en Canarias, si bien no ha realizado ninguna declaración oficial.
Por su parte el titular de la Cartera de Interior, Fernando Grande-Marlaska todavía no se ha pronunciado en público. Su agenda oficial para hoy solo recoge que se reunirá por videoconferencia con el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, a las cuatro de la tarde.