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El Lehendakari, Iñigo Urkullu, este 29 de agosto, en San SebastiánUnanue / Europa Press

Hacia la fragmentación de España

Urkullu se saca de la manga una vía para convertir al País Vasco en nación sin modificar la Constitución

Asegura que la fórmula de la «convención constitucional» permitiría convertir a España en un Estado plurinacional en el que las Vascongadas, Navarra, Cataluña y Galicia tendrían «capacidad de decidir»

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ya se congratulaba el martes, tras el primer Consejo del Gobierno vasco, de que la actual «situación política», en la que la debilidad aritmética de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados le coloca en manos de los independentistas para volver a ser investido, era una «nueva oportunidad» para atacar lo que, a su juicio, la Transición «no resolvió bien en relación con la cuestión territorial del Estado». Esto es, por supuesto, que el País Vasco es una nación y que por ello tiene «derecho a decidir», o sea a poder independizarse a través de un referéndum.

Por ahora, los jeltzales no aspiran tan alto, pero el líder autonómico del PNV se ha sacado de la manga una vía intermedia por la que, según asevera, sin modificar la Carta Magna las Vascongadas podrían pasar a considerarse una nación con todas las letras y con la que obtendrían la «capacidad de decidir», que no es la fórmula para obtener la independencia al corto plazo, aunque sí para lograr un todavía mayor amplio autogobierno: la «convención constitucional».

Así lo ha plasmado negro sobre blanco en el periódico El País, en una tribuna titulada «Autogobierno vasco y modelo plurinacional del Estado. Si hay voluntad es posible el acuerdo«. En el escrito señala que esta convención «no sería una fórmula mágica ni un camino expedito, pero podría abrir nuevas posibilidad de desarrollo futuro». Se trata de un encuentro u órgano político empleado en la cultura anglosajona –donde no se dan normas supremas como en España–, aunque el presidente autonómico cree que «no habría impedimento expreso» para aplicarlo en nuestro país.

«No se trataría de una convención constitucional general sino de una limitada o específica para actualizar la interpretación acordada de una parte de su contenido», precisa Urkullu, quien apunta a que esta fórmula «podría constituir una forma flexible y creativa de plantear una saluda a la actual encrucijada política» y se articularía a través de un doble pacto.

Implementada en dos pasos

«Primero, firmar un acuerdo preliminar de bases para la convocatoria y desarrollo de una convención constitucional sobre el autogobierno, incluyendo principios como el cumplimiento íntegro de los marcos estatutarios, el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado, la bilateralidad, el sistema de garantías o la capacidad de decidir pactada», detalla.

En segundo lugar, celebrar esa convención constitucional después de un año para analizar «el alcance actual y futuro de la disposición adicional primera de la Constitución» –sobre el amparo y respeto a los «derechos históricos de los territorios forales»–, y, «el autogobierno de las comunidades de raíz foral» o, incluso, «el autogobierno de las nacionalidades históricas», aquellas que tenían «un modelo de autogobierno previo a la Constitución del 78».

Urkullu, quien este miércoles mantuvo una conversación telefónica con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien la tildó de «franca y provechosa», cree que esta nueva baza es «novedosa y viable». La pregunta, ahora, es si el Ejecutivo de coalición en funciones de PSOE y Sumar le dan el visto bueno a esta convención constitucional para lograr el apoyo del PNV en la Cámara Baja y si el Tribunal Constitucional entiende que cumple con todos los requisitos para poder llevarla a cabo.