El tremendo patinazo del ministro Iceta: dio por seguro que el TAD les daría la razón

Ni toda la artillería del Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes, ha sido suficiente para convencer al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) de que el beso de Luis Rubiales a la jugadora Jennifer Hermoso es una falta «muy grave». Y de ello dependía que el CSD pudiera suspender al presidente de la Real Federación Española de Fútbol de forma inmediata.

La decisión del TAD de definirla como «grave», y no como «muy grave», ha supuesto un auténtico mazazo para el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Puesto que tanto él como el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, confiaban en que el Tribunal Administrativo del Deporte les daría la razón.

Así lo señaló el propio Iceta el pasado martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Un periodista le preguntó cuál sería el siguiente paso del Gobierno si el TAD no definía como «muy grave» el beso. El ministro dejó caer que entonces el Ejecutivo recurriría a la vía contencioso-administrativa. Sin embargo, acto seguido añadió: «Pero, debo decirle, nosotros estamos plenamente convencidos de que la denuncia que hemos presentado de unos hechos muy graves va a ser atendida, y por lo tanto no nos situamos en ese escenario».

Después, quizá dándose cuenta de que esa afirmación podía acabar volviéndose en contra -como así ha sido-, matizó: «Pero debo decirle, nuestras leyes y procedimientos contemplan todos los escenarios como no puede ser de otra manera».