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La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, en una concentración contra RubialesEFE / Mariscal

Redactores de 'El País' le preguntan a Montero si sentirse mujer es serlo y ella les acusa de transfobia

La ministra de Igualdad elude contestar qué es una mujer y se rebota cuando le repreguntan

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha defendido este domingo en El País que la Ley Trans «es una de las leyes que más consenso social ha generado de todas las que se han aprobado en esta legislatura». Sin embargo, la dirigente de Podemos no ha aceptado de buen grado que los dos redactores que la han entrevistado le preguntaran qué es una mujer. Algo que para muchos ciudadanos tendría una respuesta fácil y sencilla, pero que, al parecer, dentro de la izquierda no parece encontrar consenso.

Los dos redactores que firman la entrevista dejan entrever que no debe de ser tan fácil la definición, a tenor de que algunos primeros espadas de la política eluden contestar. «Se lo preguntó Abascal a Sánchez y a Díaz en el debate electoral, y no respondieron: ¿Qué es una mujer?», le preguntan a Montero, que responde de manera muy vaga y obviando esa regla de que la palabra definida no puede estar dentro de la definición.

«Una mujer es alguien que por el hecho de ser mujer tiene más riesgo de pobreza, más precariedad laboral, más riesgo de sufrir violencias machistas, de ver vulnerados sus derechos sexuales y reproductivos. Ser mujer es tener menos posibilidades para garantizar todos tus derechos y para conquistar la posibilidad de tener una vida digna. Es estar en una posición de desventaja por el hecho de ser mujer», responde la ministra.

Esa pregunta implica una enorme carga de transfobiaIrene MonteroMinistra de Igualdad

Los periodistas contraatacan: «¿Sentirse mujer es ser mujer?». Entonces Montero, molesta, responde: «Es que esa pregunta implica una enorme carga de transfobia, y no lo digo para culpabilizar a las personas que se la pueden hacer legítimamente. Entiendo que hay muchas personas que nunca se han aproximado a las realidades de las personas trans y que se pueden hacer esa pregunta, y necesitan que hagamos pedagogía y que demos una respuesta. Pero una mujer trans no se levanta un día y se siente mujer».

Y continúa: «Las mujeres trans son mujeres y los hombres trans son hombres. Lo son, lo diga la ley o no lo diga. Lo que nosotros teníamos que decidir en esta legislatura es si, en cumplimiento de los diferentes mandatos internacionales y también de la estrategia LGTBIQ+ de la Unión Europea y de la voluntad de legislar de acuerdo a los derechos humanos, reconocíamos a las personas trans que son quienes son, sin obligarlas por ello a hormonarse durante dos años o a entregar al Estado un informe médico que acreditase que son personas enfermas. Porque no lo son».

La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró hasta 2019 a la disforia de género como una patología, pero ese año renovó la Clasificación Internacional de Enfermedades y determinó que las personas transexuales no tienen ninguna enfermedad mental ni trastorno.