La foto con Puigdemont que Sánchez trató de evitar
El presidente canceló su viaje a Estrasburgo por tal de no estar en la misma sala que el prófugo, pero Yolanda Díaz destrozó su estrategia
El viaje de Yolanda Díaz a Bruselas para ver a Puigdemont era más simbólico que práctico. Si quería progresar en las negociaciones de cara a la investidura, podían haber mantenido una conversación telefónica o una reunión telemática, pero la vicepresidenta del Gobierno quería juntarse con el prófugo de la Justicia. No quería hablar con él, quería la foto.
La ministra de Trabajo ya es la primera persona del Gobierno español que se junta con Carles Puigdemont desde que huyó a Bélgica en 2017. Esa foto la acompañará en lo que le quede de carrera política y, aunque piensa que logrará votos con ella, en algunos sectores no ha gustado lo más mínimo. Precisamente eso era lo que trataba de evitar Sánchez que ocurriera si acudía la semana que viene a Estrasburgo.
La otra cara de la exclusiva de El Debate
La intrahistoria del viaje de Yolanda Díaz a Bruselas: cervezas, retrasos y un desayuno en la habitación
El líder del Ejecutivo debía dar un discurso ante la Eurocámara como presidente rotatorio del Consejo de la Unión Europea, pero Moncloa decidió retrasarlo por «respeto» a la investidura de Feijóo. Es la versión oficial que deslizaron, pero el argumento choca con la realidad cuando Sánchez prevé acudir a Nueva York para hablar ante la Asamblea de la ONU diez antes antes de que lo haga Feijóo en la Cámara Baja.
La verdad sobre la cancelación se acerca más a una táctica de defensa por parte de Moncloa. Aunque no dispone de inmunidad diplomática, Carles Puigdemont podría viajar la próxima semana a Estrasburgo para acudir al pleno del Parlamento Europeo. Actualmente no está activa la euroorden que hay emitida sobre él y tiene un riesgo bajo de ser detenido, por lo que en los planes del líder de Junts está viajar. Más aún cuando se celebra el debate del estado de la Unión Europea.
Si Sánchez no hubiera cancelado su alocución, habría dado más motivos aún a Puigdemont para acudir a Estrasburgo. Y una posible foto de ambos juntos –aunque no fuera organizada– habría traído muchos problemas para el presidente del Gobierno a falta de un par de semanas para la investidura. Sánchez trató de evitarla y Yolanda Díaz sentó, sin embargo, al líder del procés tanto a la mesa de negociación como al próximo debate de investidura de final de mes.
No cayó bien en el seno del Parlamento Europeo la noticia de una nueva cancelación del discurso, pero en Moncloa pesaba eludir esa foto con Puigdemont. Es la segunda vez que Sánchez pospone su intervención ante la Eurocámara, después de retrasar la cita de julio por las elecciones en España. En esa ocasión sí se entendió en Bruselas, ya que no querían que aquella aparición se convirtiera en un mitin electoral, pero no ocurre lo mismo en esta ocasión.
Además, es difícil buscar una nueva fecha. El pleno del Parlamento no se vuelve a reunir hasta la primera semana de octubre y coincide con el Consejo Europeo en Granada. Habría que marcharse entonces hasta la semana del 16 de octubre para encontrar hueco en la agenda, pero para entonces España llevaría ya tres meses y medio de mandato, por lo que poco aportarían ya las explicaciones de Sánchez en Estrasburgo sobre las prioridades de la presidencia rotatoria española.