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El Congreso pondrá una solución temporal para la investidura de FeijóoPaula Andrade

Solución provisional

Las prisas del PSOE con las otras lenguas obligan al Congreso a improvisar un apaño

Los independentistas catalanes y vascos quieren utilizarlas en el debate de investidura de Feijóo, así que la Cámara Baja estudia incluso pedirle el material prestado al Senado

Las prisas del PSOE por cumplir su parte del trato con ERC y Junts han obligado al Congreso a improvisar un sistema que permita a los independentistas catalanes, vascos y también al diputado del BNG contestar a Alberto Núñez Feijóo en catalán, euskera y gallego durante su debate de investidura, que tendrá lugar los días 26 y 27 de septiembre.

Es ésa y no otra la razón por la que, a matacaballo, el PSOE y sus socios han registrado una proposición de reforma del Reglamento que se debatirá y votará en un pleno extraordinario convocado ex profeso dentro de dos semanas. Será por el procedimiento de lectura única, de manera que las enmiendas a la totalidad y las parciales se debatirán la misma jornada.

El PP expresó este jueves su disconformidad por lo que considera no una reforma, sino una «imposición». «A este PSOE todo le vale, incluso imponer el uso de pinganillos entre diputados que hablamos el mismo idioma. No cuenten con nosotros para crear distancia y diferencias entre iguales», lamentó su portavoz en la Cámara, Cuca Gamarra.

Dada la premura, el Congreso ha preguntado al Senado cómo funciona el mecanismo de traducción simultánea que la Cámara Alta tiene instalado desde 2011, mediante 400 pinganillos que adquirió ese año (auriculares que se conectan a cada escaño). No obstante, durante la investidura de Feijóo la Cámara Baja se limitará a parchear contratando a traductores de manera puntual, e incluso la Mesa se plantea pedir prestado el material a la Cámara Alta. La solución definitiva vendrá más adelante.

El reto al que se enfrenta el Congreso no es menor, y tiene poco que ver con el uso de esas lenguas que se hace en el Senado, la cámara de representación territorial. Allí, el uso del catalán, el euskera y el gallego está limitado a las mociones que se debaten en el pleno. Y eso es una minimísima parte de la actividad parlamentaria.

Para ponerle números, la legislatura pasada se registraron en el Senado 89.010 iniciativas parlamentarias, tanto orales como escritas. Y de todo tipo, desde preguntas en comisión a interpelaciones, pasando por proyectos de ley y solicitudes de informes, entre otras. De ellas, solo 338 fueron mociones debatidas en pleno. Ello equivale a que el uso del catalán, euskera o gallego se limitó a una de cada 263 iniciativas. Hace dos años se aprobó ampliar su uso a instancias de Junts, pero de momento no se ha hecho.

Por el contrario, la reforma del Reglamento del Congreso que sacarán adelante los socialistas y sus socios no pone ningún límite, sino que reconoce el «derecho» a usar las lenguas que son cooficiales en algunas comunidades «en todos los ámbitos de la actividad parlamentaria, incluidas las intervenciones orales y la presentación de escritos».

Durante la legislatura pasada, el Congreso dio trámite a 142.532 iniciativas parlamentarias de todo tipo: preguntas, interpelaciones, proposiciones de ley, proposiciones no de ley, proyectos de ley... Así que el volumen de traducción será ingente.

Tal es así que, en lo relativo a la presentación de documentos y escritos, habrá un «proceso de transición» para que los servicios de la Cámara puedan adaptarse. Será de un máximo de seis meses. En ese tiempo, si algún diputado presenta un escrito en una lengua que no sea el castellano tendrá que incorporar él mismo la traducción en la documentación.

Hasta que Junts se cruzó en el camino de la investidura de Pedro Sánchez, los socialistas no habían considerado necesario el uso de las otras lenguas de España en la Cámara Baja. De hecho, siempre habían votado en contra. La última vez, en junio de 2022, cuando por ERC, el PNV, Junts per Catalunya y el PDeCAT presentaron una proposición de reforma del Reglamento del Congreso al respecto.

Durante el debate, el diputado socialista Guillermo Meijón sostuvo: «En el grupo parlamentario socialista entendemos que existe un equilibrio razonable en el uso de las lenguas propias en las Cortes Generales, aunque sin duda pueda ser susceptible de debate y de mejoras». Y añadió: «Para los socialistas, la férrea defensa de las lenguas propias, cuyo ámbito en este país alcanza más del 40 %, no puede ser utilizada de forma mezquina e intentar confundirla con el separatismo». La propuesta fue desechada con 268 votos en contra, incluidos los del PSOE. Que, un año después, no solo lo considera necesario: también urgente.