Albares trata de salvar la papeleta ante Puigdemont tras el revés de la UE: «Priorizaremos el catalán»
El ministro de Exteriores reconoce que pondrán el catalán por encima del gallego y del euskera porque sus representantes han tenido mayor «insistencia»
Los Estados miembros han rechazado votar este martes la inclusión del catalán, el euskera y el gallego como idiomas oficiales de la UE, como así pretendía España. Los países consideran la propuesta precipitada, pero Sánchez lo necesitaba para conseguir el «sí» de Puigdemont a su investidura, ya que era un de las exigencias que había establecido el expresidente catalán, prófugo de la Justicia.
El ministro Albares acudió personalmente a Bruselas a defender la postura ante los 27, pero se marchó nada más terminar de tratar el tema de los idiomas. Se mostró contento de que ningún país vetara la propuesta española, pero consciente de que el objetivo era la aprobación y el resultado ha sido un aplazamiento. Ese hecho frustraría los planes de Sánchez ante Puigdemont.
Ante este revés por parte de la UE, Albares ha tratado de resolver la papeleta indicando que se pondrá más empeño en hacer oficial el catalán que las otras dos lenguas, ya que sus representantes lo han solicitado «con más insistencia». «Algunos Estados han planteado que tres lenguas de una sola vez era difícil. Nos hemos abierto a que el idioma cuyos representantes han solicitado con más insistencia su inclusión y el que es hablado por más de 10 millones de personas sea el primero en su despliegue», explicó refiriéndose al catalán.
Para el titular de Exteriores este hecho no supone un menosprecio para el gallego y el euskera porque la «decisión final» no cambia. «Ante el planteamiento de dudas por parte de Estados miembros sobre tres lenguas de una sola vez y que tal vez era necesaria una gradualidad, hemos priorizado al catalán con respecto al euskera y al gallego, pero la decisión final no varía en absoluto», recalcó.
La propuesta de incluir las lenguas cooficiales era una moneda de cambio para una investidura, pero continúa sobre la mesa, por lo que se seguirá tratando en el Consejo. Albares asegura que España ha dado «un paso clave» -aunque la intención era que hoy se aprobara- y que trabajarán a partir de ahora en «resolver comentarios y dudas» que puedan plantear los Estados miembros.
No ha aclarado, sin embargo, el ministro de Exteriores si se va a elaborar algún tipo de informe técnico sobre la necesidad de incorporar las nuevas lenguas, ni tampoco sobre el coste que esto podría tener para los Estados. Sí manifestó que la propuesta española indica que sería España la que se haría cargo de esa partida presupuestaria.