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¿Quién miente?

El texto del acuerdo entre el PSOE y ERC de agosto incluía la amnistía, pero fue borrada a propósito

Junqueras mantiene su versión, varios ministros la niegan y Sánchez evita desmentir a su socio. Hubo dos versiones por escrito de aquel pacto. En la definitiva desaparecieron las palabras clave

«No voy a entrar». Hasta en dos ocasiones evitó Pedro Sánchez, desde Nueva York, desmentir a Oriol Junqueras, después de que el líder de ERC asegurara el martes que los suyos pactaron la amnistía con el PSOE hace un mes. Aunque el presidente en funciones sí afirmó que será «coherente» con la «política de normalización» en Cataluña, dando sobradas pistas.

Hasta la indefinición de Sánchez, cuatro miembros de su Gobierno habían negado a Junqueras antes de que el gallo cantara: la vicepresidenta Yolanda Díaz, las ministras de Justicia y de Transportes, Pilar Llop y Raquel Sánchez, y el ministro de Cultura, Miquel Iceta.

Pero el jefe de filas de los republicanos insistió ayer en su versión: el punto tres del pacto que el PSOE y Esquerra suscribieron el 17 de agosto para la Mesa del Congreso habla de «poner fin a la represión» relacionada con el 1 de octubre por «las vías legales necesarias». Y ello, según Junqueras, incluye la amnistía.

«Si no lo ponía el texto, yo me he de remitir a los textos», replicó este miércoles Iceta, en alusión al acuerdo de tres puntos que ambas formaciones rubricaron entonces. «En ese papel dice lo que dice, y no dice lo que no dice», añadió.

Dos versiones de un mismo acuerdo

Pero, ¿qué decía exactamente aquel documento? El quid de la cuestión está en que hubo dos versiones. La original, en catalán, recogía una alusión específica a una ley de amnistía. Pero hubo una segunda versión corregida en castellano de la que, misteriosamente, desapareció esa mención, como desvelaron entonces OKdiario y también los periódicos independentistas Elnacional.cat y El Punt Avui. Este último llegó a titular: «La ley de amnistía desaparece del comunicado de ERC».

En la mañana del 17 de agosto, una vez comenzada la sesión constitutiva del Congreso, ERC envió por Telegram a la prensa un comunicado en catalán en el que anunciaba voto a favor de Francina Armengol como presidenta de la Cámara Baja. Y enumeraba las tres condiciones que habían aceptado los de Pedro Sánchez a cambio:

Primera: «Confección de una Ley orgánica para que el catalán sea lengua plenamente oficial en todas las instituciones del Estado -incluida la Justicia- y de uso desde la primera sesión plenaria en el Congreso. También, el acuerdo incluye la culminación de los acuerdos para el uso de la lengua catalana en las instituciones europeas, además de los recursos presupuestarios necesarios para la protección del catalán y otras lenguas oficiales del Estado».

Segunda: «Creación de una Comisión de Investigación sobre el caso Catalangate de espionaje político Pegasus».

Y tercera: «El Estado se compromete con el fin de la represión relacionada con el 1-O contra el independentismo por las 'vías legales necesarias', entre ellas una ley de amnistía».

Extrañamente, a los pocos minutos ERC borró ese mensaje de la red de mensajería Telegram y envió uno nuevo en castellano del que desaparecieron seis palabras clave, éstas: «Entre ellas una ley de amnistía». De manera que el tercer punto del acuerdo quedó sustancialmente distinto, mutilado.

El portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, compareció junto a los otros seis diputados de la formación en la sala de prensa del Congreso. Allí, un periodista le preguntó expresamente: «¿Hay algún tipo de avance sobre la amnistía?, ¿ustedes han llegado a algún tipo de acuerdo con el tema de la amnistía?».

Y la respuesta de Rufián fue: «Hace cuatro años ERC se presentó a las elecciones generales, que ganó dos veces, con un mensaje muy claro: la amnistía y referéndum. La hemos defendido desde el minuto uno, a veces muy solos, muy solas, y damos la bienvenida a la gente que ahora la defiende con nosotros», afirmó, lanzando un dardo a Junts. «Nos parece estupendo, porque creo que la mejor forma de poder continuar es limpiar el tablero, y qué mejor manera de hacerlo que con una ley de amnistía. Sobre todo, respecto a gente que su único delito ha sido que la gente vote. El hecho de que se hable de 'a través de todas las vías legales posibles' creo que es un paso. Seguiremos, y ojalá no sigamos solos», concluyó. No dijo más, pero tampoco menos.

¿Hubo llamada del PSOE?

Ya entonces se especuló en los pasillos del Congreso con que el PSOE pudo haber dado un toque a ERC, entre el primer y el segundo comunicado, para que no levantara la liebre. O eso o es que Esquerra lanzó las campanas de la amnistía al vuelo demasiado pronto y los socialistas frenaron a Junqueras y Rufián.

Lo cierto es que, al término de aquella sesión, el portavoz socialista en la Cámara Baja negó que la «desjudicialización» significara la amnistía. Según Patxi López, ese punto del acuerdo solo implicaba «mantener el compromiso de no derivar a los tribunales el conflicto con Cataluña». «El PSOE siempre ha utilizado la política para resolver los problemas políticos», añadió López.

En paralelo, desde Barcelona el propio Junqueras sostuvo aquel 17 de agosto algo muy parecido a lo que dijo este martes: «En especial celebramos el compromiso de avanzar en una plena desjudicialización a través de todas las vías legales y jurídicas. Y si son todas las vías legales y jurídicas entendemos que eso implica que puede ser y ha de ser también una ley de amnistía».

El tiempo dirá si la primera versión de aquel comunicado de ERC del 17 de agosto era la auténtica. Porque Sánchez ha prometido desde Nueva York que, cuando el Rey le designe formalmente candidato a la investidura, hablará con claridad de la amnistía.