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Pau Rigo (al fondo) durante el juicio en Palma de MallorcaEp

La llamada angustiosa en la que un hombre de 81 años pide ayuda porque unos ladrones están entrando en su casa

A Pau Rigo, víctima del atraco, un jurado popular le acaba de condenar por disparar contra uno de los ladrones que entraron en su casa y que le agredieron. ¿Hasta dónde podemos defendernos?

En 2018 dos individuos asaltaron la casa de Pau Rigo en Mallorca. Querían robarle y quién sabe si matarle si no conseguían todo el dinero que buscaban. Para comprender el miedo que el sueño de la casa y su esposa pasaron, hay que escuchar la llamada de auxilio que el hombre, de 81 años, hizo a emergencias.

112: ¿En qué os puedo ayudar?

Pau: Me están atracado, a mí y a mi mujer.

112: ¿Perdone?

Pau: Me están atracando, a mí y a mi mujer.

112: Dígame la dirección, por favor…

Pau: En Porreres (...). Es muy urgente.

112: ¿Están armadas estas personas?

Pau: Sí.

112: ¿Cuántas personas son?

Pau: Dos… Nos han hecho mucho daño, a mi mujer y a mí.

112: Le enviamos a la vez a la Policía y una ambulancia.

Poco después Pau Rigo recibe una llamada de los servicios de emergencias:

Pau: Sí…

112: ¿Pau? Le llamo del 112. ¿Cómo está usted?

Pau: Un poco herido…

112: (...) Bien. Primero de todo decirle que ya hemos pasado aviso a Policía, Guardia Civil y ambulancia.

Pau: Que vengan rápido porque estoy en una situación insostenible.

112: Sí, es muy urgente.

Pau: Es muy urgente, es muy urgente…

112: Vendrán enseguida. ¿Usted me puede decir si estas personas aún están dentro de la casa?

Pau: Me parece que sí. Vengan rápido que no sé dónde está mi mujer. A mí me han quitado las gafas y no veo nada… Estoy herido por la cabeza. Estoy mal… Me parece que todavía les escucho hablar (los ladrones)

112: Ya va todo el mundo de camino. ¿Vale? Estas personas que dice que estaban armadas… ¿ha visto que estaban armadas con cuchillos? ¿Con pistolas…?

Pau: No sé... Con una pata de cabra. Me han pegado con eso…

112: ¿Una pata de cabra?

Pau: Sí…

112: Pau, llegarán enseguida, ¿vale?

Pau: Mi mujer no sé dónde está porque…

112: ¿Pero no dice que la escucha hablar?

Pau: No. A ella no. A ella no… No sé dónde está. Yo estoy mal…

Pasan los minutos y en el domicilio asaltado no aparece ningún agente que le proteja. El dueño de la casa escucha golpes en la puerta y por la ventana ve a gente armada y vuelve a llamar a emergencias. Esta terriblemente asustado y tiene la boca seca.

Pau: Soy Pau, de Porreres. Por favor, que vengan. Que ahora ha venido esta gente con refuerzos, con pistolas… Ahora me están rompiendo la puerta… No sé dónde me tengo que colocar, señora.

112: ¿Con quién hablo, perdón?

Pau: Dígale a la Guardia Civil que vengan, ¡rápido!

112: Pero, ¿con quién hablo?

Pau: ¡Con Pau! ¡Con Pau!

112: ¿Ha llamado hace un poco?

Pau: ¡Están rompiendo la puerta! ¡Están rompiendo la puerta! Por favor, que la Guardia Civil venga… con un helicóptero o lo que sea. Pero que vengan rápido… ¡Nos van a matar!

112: A ver, un segundito, por favor, que la Guardia Civil está de camino…

Pau: ¡Sí, pero no vienen! ¡Y los otros han venido, han buscado refuerzos, y son tres o cuatro con pistolas!

112: ¿Con pistolas? Un momento por favor, no me cuelgue. Voy a hablar con la Guardia Civil, no me cuelgue.

Finalmente a Pau Rigo le han condenado por disparar contra uno de los ladrones que le agredió y que se le acercaba a él y a su mujer con una pata de cabra en la mano. Le han condenado nueve ciudadanos «a los que probablemente nunca les han entrado a robar en casa con armas», explica la abogada penalista Bárbara Royo. «En mi opinión hay una legítima defensa de libro. Un eximente completo, pero es que además, en el objeto del veredicto hay un error gravísimo. Los hechos desfavorables para el acusado, en este caso Pau Rigo, deben quedar probados con 7 votos a favor y 2 en contra. En este caso, se ha probado que mató a un atracador, pero excediéndose en la forma de defenderse. En este caso solo hay 5 votos que dicen que ocurrió así». La abogada afirma que solo caben dos posibilidades: «la absolución o la repetición del juicio».