La negociación más difícil
El vértigo invade a los negociadores del PSOE: «Esto es muy delicado, no es nada fácil»
El PSOE entra en la fase clave. El miedo al fracaso empieza a pesar. «Nadie quiere precipitarse con ningún comentario que ponga en riesgo la negociación», señalan
A Pedro Sánchez le llega la hora de la verdad. Desde este martes, una vez que sea designado formalmente candidato a la investidura, él y los negociadores del PSOE deberán volcarse en reunir los 54 votos que les faltan. Porque si algo ha puesto de manifiesto la segunda ronda de consultas del Rey es que Sánchez no tiene un pacto cerrado con ninguno de sus potenciales socios. Ni siquiera con Sumar, cuya líder señaló el lunes que aún están «lejos» de alcanzarlo.
Desde el ala socialista del Gobierno empiezan a mostrar cierto vértigo ante el reto que tienen por delante. «Esto es muy delicado, no es nada fácil», reconocen fuentes de la negociación. «Nadie quiere precipitarse con ningún comentario que ponga en riesgo la negociación», añaden, dejando entrever que las próximas semanas serán un campo de minas.
El jueves pasado, sin ir más lejos, las negociaciones entre el PSOE y los independentistas catalanes sufrieron una fuerte sacudida cuando Junts y ERC firmaron una resolución conjunta en el Parlamento de Cataluña poniendo como condición para la investidura avances en el referéndum. Una maniobra que molestó mucho a los socialistas.
Amenaza de repetición electoral
La investidura de Sánchez entra en una fase crítica por la alianza de Junts y ERC para exigir un referéndum
Desde el ala socialista del Ejecutivo señalan que son Esquerra y Junts, pero especialmente el partido de Carles Puigdemont, los que más tienen que girar sobre su eje para apoyar a Sánchez. De ahí que entiendan que lleve su tiempo. «Para los partidos independentistas no es fácil», subrayan.
Las mismas fuentes ya dejan caer que marcarse la tercera o cuarta semana de octubre para la investidura, como venían haciendo, tal vez es ser demasiado optimistas. «No tenemos ansiedad por una fecha, esto es complejo», insisten.
También remachan que no quieren un acuerdo rápido, sino un buen acuerdo. Uno que les permita «consolidar la gobernabilidad de España para los próximos cuatro años», como lo definió la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Montero reconoció que, a la vez que se negocia la investidura, se negocia asimismo el apoyo a los Presupuestos de 2024.
Como ha venido contando El Debate, Sánchez buscará el voto favorable de los 31 diputados de Sumar, los siete de ERC, los seis de Bildu, los cinco del PNV y el del BNG. Si consigue el de Coalición Canaria, le bastará la abstención de Junts. Si no, necesitará también el voto favorable de los siete diputados de Puigdemont. «Los canarios saben perfectamente que queremos llegar a un acuerdo», concluyen las mismas fuentes.