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Meritxell Batet y Francina Armengol, en la sesión constitutiva de las Cortes

Meritxell Batet y Francina Armengol, en la sesión constitutiva de las Cortes

Los precedentes

Armengol hace méritos para superar a Batet, que tardó 26 días en fijar la investidura de Sánchez

La presidenta del Congreso no pondrá la fecha hasta que el presidente en funciones se lo pida, por más que el PP insista. Y éste no parece verlo nada claro aún

El ministro de la Presidencia reiteró este martes, al término del Consejo de Ministros, el interés de Pedro Sánchez y de todo el PSOE en que haya un Gobierno a pleno rendimiento cuanto antes. Puesto que el Ejecutivo de coalición lleva en funciones desde las elecciones del 23 de julio, ya dos meses y medio.

Pero tanta prisa no deben de tener los socialistas cuando la presidenta del Congreso, Francina Armengol, sigue sin fijar la fecha de la investidura de Sánchez, para malestar de los populares. «Será antes del 27 de noviembre», ironizó Félix Bolaños, en alusión a la fecha límite antes de que las Cortes sean disueltas automáticamente.

Hace ya nueve días que el Rey designó a Sánchez candidato a la investidura y el tiempo sigue corriendo. A pesar de que, semanas atrás, el presidente en funciones y todo su partido acusaron a Alberto Núñez Feijóo de hacer perder un tiempo precioso a los españoles con su «investidura fake», llegaron a decir.

Este martes, el PP volvió a pedir a Armengol que determine ya la fecha de la investidura, para que el calendario del proceso no quede solo «en manos de Sánchez». Sin embargo, la presidenta del Congreso no tiene ninguna prisa, siguiendo el mandato de su jefe de filas, que no quiere pillarse los dedos con los independentistas. Los socialistas empezaron diciendo que aspiraban a la investidura a mediados de octubre. Después, el calendario parecía llevarlos a principios de noviembre. Y ahora ya barruntan que a mediados de noviembre. «¿Al límite? Aquí siempre vamos al límite», señala un alto cargo del PSOE, dejando la puerta abierta a la posibilidad de que sea una investidura casi sobre la bocina.

El récord lo tiene Batet: tardó 26 días en fijar la fecha de la investidura de Sánchez en el verano de 2016

Cuando el Rey designó a Sánchez candidato, el PSOE buscó a fondo qué precedentes había para justificar que Armengol no pusiera la fecha de la investidura inmediatamente. Y los encontró: desde 2016, en todos los procesos ha habido que esperar entre 12 y 26 días para conocer la fecha de la investidura. Así que, en realidad, la anomalía fue la que cometió Armengol con Feijóo, al cerrar el calendario de su investidura solo medio día después de que el líder del PP recibiera el encargo de Felipe VI. El récord, esos 26 días de demora, lo tiene Meritxell Batet. Aunque es posible que Armengol lo supere esta vez.

Entre 12 y 26 días

La vez que menos tiempo transcurrió fue tras las elecciones del 30 de diciembre de 2015. Mariano Rajoy no quiso ir a una votación sin los apoyos, así que rechazó el ofrecimiento del Rey, para sorpresa en la Zarzuela. Ante la negativa del ganador de las elecciones, Sánchez se postuló como candidato. Fue designado por el Rey como tal el 3 de febrero. El 15 de febrero, el presidente del Congreso, que entonces era Patxi López, fijó las fechas de la investidura. Es decir, 12 días después de la designación de Sánchez.

Este último se sometió a la investidura los días 2, 3 y 5 de marzo de 2016 y perdió, lo que desembocó en la repetición electoral del 26 de junio de 2016. El 28 de julio, Don Felipe eligió a Rajoy candidato y esta vez el líder del PP aceptó. Pasaron 20 días hasta que, el 18 de agosto, la entonces presidenta del Congreso, Ana Pastor, puso la fecha de la investidura: el 30 y el 31 de agosto, y la segunda votación el 2 de septiembre.

Mariano Rajoy, durante su investidura fallida del verano de 2016

Mariano Rajoy, durante su investidura fallida del verano de 2016Eulogio Valdenebro/ Congreso

Rajoy la perdió y el Rey dejó pasar el tiempo. Hasta que, los días 24 y 25 de octubre, convocó una nueva ronda de consultas. Esta vez fue inmediato: el 25 de octubre Don Felipe designó a Rajoy y la investidura empezó un día después, una vez que la destitución de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE allanó la abstención de los socialistas. El tiempo apremiaba, puesto que el 31 de octubre concluía el plazo para que el Congreso invistiera a un nuevo presidente.

Las siguientes elecciones fueron el 28 de abril de 2019. El Rey encomendó a Sánchez la investidura el 6 de junio, y la presidenta del Congreso se tomó 26 días para fijar la fecha, lo nunca visto hasta entonces: el 2 de julio Batet anunció que el debate y votación sería los días 22, 23 y 25 de julio.

Como aquella investidura fue fallida, los españoles volvieron a ser convocados a las urnas el 20 de noviembre de ese año. El 11 de diciembre, Don Felipe designó candidato a Sánchez. Batet tardó 20 días en cerrar el calendario: el 31 de diciembre anunció que la investidura arrancaría el 4 de enero de 2020. El candidato socialista salió reelegido gracias a la abstención de los 13 diputados de ERC, y hasta hoy.

De momento es altamente improbable que Armengol fije el calendario en lo que queda de esta semana, puesto que Sánchez terminará su ronda de contactos el viernes, con Bildu y Junts. La que viene dependerá de lo que le ordene el presidente en funciones.

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