Un okupa, principal sospechoso de provocar el incendio de Vigo: «Si me echan a mí, aquí no va a vivir nadie»

Le habían echado del edificio hoy calcinado en Vigo. Era, como la mayoría de los residentes del inmueble, un okupa al que en agosto, por haber prendido fuego en el quinto piso, planta en la que residía, había sido expulsado a navajazos por otro vecino, según relata La Voz de Galicia. Al ocurrir estos hechos, el sospechoso, de unos 40 años, profirió estas amenazas a grito en vivo: «Si me echan a mí, aquí no va a vivir nadie», recuerdan los vecinos al diario gallego. Por ello y porque unos vecinos escucharon pasos al iniciarse las llamas y otros vieron a una persona huir con una moto, hoy es el principal sospechoso del incendio que ha acabado con la vida de cuatro personas, tres de ellas menores, y ha dejado a otras seis heridas de gravedad.

Aunque la Policía todavía sigue investigando el caso y no hay confirmación oficial de que haya sido provocado, todo parece indicar que así fue. Familiares de las cuatro personas fallecidas consideran que fue intencionado y sus relatos sobre lo ocurrido parece que lo corroboran.

El incendio se inició sobre las 4 horas de la madrugada en el quinto piso y seguidamente también en el portal, donde además, alguien parece que bloqueó la salida. «Aquello era una ratonera. Se veían salir llamas muy vivas del portal y humo y llamas del último piso», señala una vecina testigo del fuego. Los vecinos afectados relatan que al abrir las puertas para escapar del fuego se encontraron con fuego y «mucho humo».

Seis de los nueve heridos se encuentran en las diferentes UCI de los hospitales Álvaro Cunqueiro y Povisa en estado grave y uno de ellos en estado muy grave, según fuentes de la Consellería de Sanidad.

En el lugar de los hechos, en el número 6 de la calle Alfonso X de la ciudad, fueron atendidas siete personas, una de las cuales solicitó el alta voluntaria. Se movilizaron dos ambulancias, dos de Soporte Vital Avanzado medicalizadas y otras cinco de Soporte Vital Básico, así como el equipo sanitario del Punto de Atención Continuada de Vigo. Sin embargo, algunos vecinos lamentaban que los bomberos habían «tardado en llegar».

Era una tragedia que se veía venir. Los vecinos de la zona llevaban años denunciando problemas en el vecindario incluso habían comunicado «chispazos eléctricos» en el edificio hoy incendiado sin obtener una respuesta eficaz por parte de las autoridades competentes. En el bloque vivían familias «gitanas, árabes y rumanas» en perfecta comunidad. Sin embargo, los problemas de trapicheo de drogas habían aflorado, sobre todo, entre los habitantes mas jóvenes. Al que hoy se le señala por los vecinos como el principal sospechoso también se dedicaba a estos trapicheos, según relatan.

De hecho, según ha informado La Voz de Galicia, uno de esos «chispazos eléctricos» ha sido el causante del fuego. Un cuadro de luces comenzó a arder, y las llamas se extendieron hasta una motocicleta que estaba aparcada en la calle. De esta manera se consumió el portal, que unido a la acumulación de residuos que había en el edificio, provocó que el inmueble ardiera.

Vigo ha declarado tres días de luto oficial por las cuatro víctimas. «Es un drama que conmueve en lo personal y en la forma de entender una ciudad. Quiero transmitir a los familiares y personas cercanas nuestro pésame, cariño y afecto», ha señalado Abel Caballero, alcalde de la ciudad.