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Pedro Sánchez reunido con la comisión negociadora del PSOEBeatriz Donlo/ PSOE

Silencio sepulcral

Sánchez decreta un enigmático apagón sobre las negociaciones a 40 días de la fecha límite

El silencio impera en la Moncloa y en Ferraz. Los socialistas se limitan a expresar su confianza en que «las piezas encajarán», pero sin dar un solo dato. Se escudan en la «discreción»

Faltan 40 días para que suene la bocina de la disolución automática de las Cortes y el Gobierno se ha instalado en un enigmático silencio en torno a las negociaciones para la investidura, con el pretexto de la «discreción». Ni sí, ni no, ni todo lo contrario.

Desde la Moncloa y Ferraz se limitan a expresar su confianza en que Pedro Sánchez lo conseguirá, pero sin aportar un solo dato que haga intuir en qué punto del camino están el presidente en funciones y sus socios necesarios: Junts, ERC, el PNV, el BNG y hasta Sumar, puesto que el líder del PSOE y Yolanda Díaz se dieron todo el mes de octubre para cerrar una coalición. A día de hoy solo tiene garantizados los votos de Bildu.

Se suponía que, tras la ronda de consultas de Sánchez con los responsables de los grupos parlamentarios, él mismo iba a comparecer para «fijar la postura» del PSOE sobre la amnistía y el resto de las cuestiones. Eso dijo. Sin embargo, esas reuniones acabaron el pasado viernes -con Bildu y Junts como postre- y no hay noticias de Sánchez.

Reunión en Ferraz

El candidato a la investidura se reunió este martes con su equipo negociador en Ferraz, para intercambiar impresiones sobre las conversaciones de las dos semanas previas. Al término del encuentro, que duró una hora, no hubo rueda de prensa. Ni de Sánchez, ni de la portavoz del PSOE, ni de ningún otro miembro de esa comisión negociadora.

Ésta está compuesta por los ministros Félix Bolaños, María Jesús Montero y Pilar Alegría, el secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, los diputados Óscar Puente y José Ramón Gómez Besteiro y Hana Halloul, de la Ejecutiva del PSOE.Y por parte del PSC, Salvador Illa, aunque Carles Puigdemont no quiere saber nada del líder de los socialistas catalanes. En la reunión también participaron los portavoces del PSOE en el Congreso y el Senado, Patxi López y Eva Granados.

A la salida, solo Puente se paró con la prensa para explicar que su jefe de filas les había reiterado la «confianza» en su investidura. Como también, la «complejidad» de los pactos, que es un vocablo que los socialistas repiten sin cesar. Se trata, según Puente, de ir «madurando» los acuerdos. Y hay que darle tiempo al tiempo.

Por su parte, la portavoz del Gobierno señaló desde la Moncloa: «Nada está acordado hasta que todo esté acordado», deslizando así que lo que empieza mal puede acabar bien. O viceversa. Isabel Rodríguez también pidió al PP que no se impaciente, puesto que aún quedan 40 días para el 27 de noviembre: «Es el tiempo de nuestra investidura», sostuvo. «Discreción en los trabajos y transparencia en las conclusiones», añadió.

Desde el equipo del presidente se muestran satisfechos con la «metodología» empleada y creen que van por el buen camino. «Las piezas encajarán», pronostican, a pesar de que el independentismo sigue hablando de referéndum. Aunque, a decir del PSOE, la clave está en que tanto Junts como ERC lo posponen a un momento posterior de la legislatura, sin situarlo como condición sine qua non para la investidura. Eso alegan los socialistas para su moderado optimismo.

De momento, el único que está hablando en los últimos días por la parte del PSOE es el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, defensor de la amnistía. Y del «si hay que cambiar de opinión, pues se cambia de opinión», como le dijo a Carlos Alsina en Onda Cero. Aunque el lunes acabó empeorándolo al comparar esta futurible amnistía con la de febrero de 1936, puesto que aquella sí figuraba en el programa electoral del Frente Popular (la coalición con la que concurrió el PSOE a los comicios), como contó este diario. De hecho, era su principal reclamo.