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La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, en una manifestación a favor de PalestinaIone Belarra vía Twitter

La salida de tono de Belarra pone en un brete a Sánchez y constata lo anómalo de su Gobierno dentro de la UE

Podemos presume de que la titular de la Cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030 es «la única ministra europea que ha salido a la calle a apoyar a Palestina» mientras sus salidas de tono provocan un rifirrafe diplomático con Israel en plena Presidencia del Consejo de la UE

«Voluntad de exterminio», «potencia ocupante», «genocidio planificado»... las gruesas palabras de Ione Belarra respecto a Israel en su conflicto con la organización terrorista Hamás han puesto a Pedro Sánchez en una situación extremadamente incómoda y han provocado un rifirrafe diplomático entre España y el Estado hebreo. Pero, además, han evidenciado, de nuevo, la enorme anomalía que constituye que un partido de la izquierda radical forme parte de un Gobierno comunitario.

Podemos –y ahora Sumar– es actualmente el único partido de ideología comunista integrado en un Ejecutivo de la Unión Europea. Una situación que no es nueva, pero que hasta ahora mayoritariamente se había reflejado de una manera llamativa en asuntos de índole económica y, en menor medida, en su posición más o menos ambigua respecto a la guerra entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, el candente escenario en Oriente Próximo ha provocado que el histórico apoyo a «la causa palestina» de la izquierda más escorada a la siniestra desentone más que nunca.

«Las calles de Madrid se han llenado hoy de dignidad para pedir el fin del genocidio planificado del Estado de Israel sobre los palestinos y palestinas en la Franja de Gaza. Palestina libertad», escribía en las redes sociales la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 tras acudir a una marcha pro-Palestina en Madrid, este domingo.

La asistencia de Belarra a estos actos ha sido esgrimida con orgullo por el partido 'morado'. «La única ministra europea que ha salido a la calle a apoyar a Palestina es Ione Belarra. Es fundamental la movilización social para frenar la política criminal de Netanyahu», escribía la cuenta oficial del partido en la red social X este lunes, haciendo alarde de esa completa anormalidad política que encarna Belarra en la Unión Europea y de la que se están haciendo eco en el mundo islámico. La principal televisión en árabe del mundo, Al Jazeera, recogía incluso su petición de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, fuera llevado «ante la Corte Penal Internacional acusado de cometer un crimen de guerra en Gaza».

Y es que la salida de tono de Belarra, que dice hablar «en nombre del Gobierno», se produce en un momento en el que la imagen internacional de España está en el punto de mira debido a la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, lo que obliga, más si cabe que de costumbre, a que los ministros del Gobierno, en este caso de Sánchez, mantengan una postura institucional acorde al papel que ejercen. Y, sobre todo, en un momento tan complicado a nivel geopolítico, con el mundo articulándose cada vez más en dos bloques, y con la alianza europea tratando de forjar una posición común ante un conflicto enquistado desde hace décadas y para los que pocos pueden ofrecer una solución idónea.

Sánchez, a quien desde Sumar exigían este lunes que reconociera al Estado de Palestina, mantiene una postura que, a su vez, desde Podemos califican de «equidistante», y que no es otra que la de defender las resoluciones de Naciones Unidas, que abogan por la fórmula de dos Estados –Israel y Palestina– en ese territorio. Sin ir más lejos, este mismo lunes se pronunciaba en estos mismo términos, igual que el sábado. Y es que, más allá de que para algunos esta postura suponga mojarse poco o nada, los Veintisiete se encontraban haciendo un auténtico encaje de bolillos para ofrecer una posición común sobre el actual estado del conflicto.

Este martes, los líderes de la UE se han reunido por videoconferencia para enviar un mensaje común ante la guerra en Gaza a través de un texto cerrado en el que, por un lado, se condena el «brutal e indiscriminado» ataque terrorista de Hamás, pero, por otro, también se insta a Israel a ejercer su derecho a la defensa de manera acorde al «Derecho Humanitario y el Derecho Internacional». Una posición que no colma ni de lejos las expectativas de una parte del Gobierno de España, la que conforman un grupo de partidos que mantienen una posición abiertamente contraria a Israel.