Feijóo exige ir a elecciones el 14 de enero para ver «si estamos de acuerdo con la igualdad o la desigualdad»

Defendió Alberto Núñez Feijóo este domingo desde Toledo que si los socialistas estuviesen seguros de lo que están haciendo y creyesen que lo que hacen es correcto convocarían nuevas elecciones para poder votar si estamos o no de acuerdo con la amnistía, con la independencia, con la financiación ideológica, «si estamos de acuerdo con la igualdad o con la desigualdad». «Votemos el 14 de enero y aclaremos todo esto», expresó, poniendo en pie a los cientos de personas que asistieron al mitin entre gritos de «presidente».

El líder del Partido Popular remarcó que la historia y las urnas juzgarán al presidente del Gobierno. «El punto de partida del independentismo será el punto final de Pedro Sánchez», vaticinó. A su juicio, quizá logre formar gobierno, pero este «nacerá roto», y quizá logre estar unos meses más en el Palacio de la Moncloa, pero asumirá la Presidencia «como un presidente dimitido». «Habrá incumplido su principal deber, que es velar por la igualdad de los españoles», criticó Feijóo aludiendo a la amnistía que prepara el PSOE para conseguir el 'sí' del independentismo en la investidura.

Un PSOE contra el que el dirigente popular cargó duramente, días después de la sonada ausencia de los presidentes autonómicos socialistas en la sesión plenaria convocada por el PP en el Senado para fijar posición sobre la amnistía y la igualdad de los españoles. Según afirmó, estos no fueron «porque no tienen nada bueno que decir en nombre de su partido».

Entre ellos, como le recriminó Paco Núñez, el líder de los populares en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a quien afeó que esté utilizando el Parlamento regional al servicio del socialismo de Sánchez. «Page ya ha claudicado», señaló Núñez, que participó en el acto de este domingo junto al alcalde de Toledo, Carlos Velázquez. Entre los asistentes al mitin se encontraba parte de la plana mayor de Génova, como Cuca Gamarra, Miguel Tellado o Carmen Fúnez.

Feijóo aseveró que al PSOE «ya no le queda amor propio», pues, de lo contrario, no permitiría –expresó– el «bochorno» que supone tener que desdecirse de lo que defendían tiempo atrás, ni estaría «callado y servil» ante las exigencias de los independentistas ni «rendiría honores» a Puigdemont, ni consentiría que se insulte a los históricos socialistas por sus críticas a la deriva del partido. Tampoco tendrían un Gobierno «con ministros equidistantes, ambiguos e incluso condescendientes» con los actos terroristas en Oriente Medio, ni «le daría la mano a Bildu». «Algún día el PSOE mirará hacia atrás y verá que le avergüenza todo esto», aseguró el presidente del PP.

Advirtió, ante las críticas del Ejecutivo esta semana y las acusaciones de «instrumentalizar» el Senado, que seguirán abriendo la Cámara Alta –donde los populares tienen mayoría absoluta– puesto que ha sido elegido en las urnas, y que con sus representantes autonómicos, que son tras el 28-M mayoritariamente del PP, seguirán defendiendo al Estado «dado que el Gobierno central ya no lo defiende».

También rebatió otras críticas de Moncloa, que en las últimas semanas ha acusado a su formación de «tensionar» la democracia con la convocatoria de manifestaciones y su ofensiva contra la amnistía: «¿Desde cuando salir a la calle para un mitin es tensionar la democracia? Perturbar la democracia es lo contrario, es meterse en un despacho y pactar en contra de la igualdad de los españoles».

Feijóo reivindicó a la «mayoría tranquila, optimista, la mayoría que cree en España» y defendió que la mayoría de los españoles no está ni en las cesiones al independentismo en las que está el Gobierno ni en las «sonrisas cómplices» con Bildu. «En lo que de mí dependa y en lo que dependa también de este partido, aquí tendréis y tendremos la España de ciudadanos libres e iguales», concluyó el dirigente del PP.