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Olona apunta a Buxadé como uno de los artífices de la «mutación» de Vox

La exdiputada, que ha hecho público un adelanto de su libro, acusa a Santiago Abascal de ser «esclavo del poder» y «de los intereses de gente infinitamente más poderosa que él»

Ha pasado más de un año desde la sorpresiva salida de Macarena Olona de Vox. La que había sido uno de los pesos pesados de la formación y uno de sus rostros más visibles, y el ‘azote’ en el Congreso de varios ministros del Gobierno de Sánchez con sus duras intervenciones, dejaba la política y el partido por motivos de salud. A esa decisión le siguieron meses después unas críticas cada vez más directas a la que había sido durante tres años su familia política, a la que acusó de falta de democracia interna, e incluso la creación de una nueva formación política con la que concurrió al 23-J, Caminando Juntos.

Esta semana, la también abogada del Estado presenta su libro ‘Soy Macarena. Mi vida, mis ideas, mi camino’, y con él pretende, según ha promocionado en sus redes sociales, contar «la verdad sin filtros» de su historia, «sin interferencias ni intermediarios». En el adelanto que ha publicado este domingo El Mundo, Olona habla de la «deriva yunkera» de Vox y señala a tres miembros del partido: Jorge Buxadé, vicepresidente de Acción Política, Kiko Méndez Monasterio, asesor de Abascal, e Ignacio de Hoces, vicesecretario de Coordinación Parlamentaria.

En el capítulo ‘Operación enemistad: Iván vs Olona’, la expolítica alicantina se retrotrae al 2021, cuando se votaba en el Congreso el decreto de los fondos europeos. La polémica estalló entonces cuando Vox, que había decidido que votaría ‘no’, con su abstención –y también con el apoyo de Bildu–, salvó la norma impulsada por el Gobierno, una decisión, que, según puntualiza Olona, no se entendió ni fuera ni dentro del partido.

En ese momento, explica, en medio de una «batalla de intereses» dentro de la formación, la pusieron en la tesitura de «elegir entre la lealtad a Iván (Espinosa de los Monteros) o a Santiago (Abascal)» con el objetivo de romper la «simbiosis» con su «binomio» en el Congreso, el hasta este verano portavoz del grupo parlamentario, pues, según señala, le hicieron creer que la decisión la había tomado Espinosa de los Monteros «en solitario, sin consultarlo con nadie».

En su momento, Abascal, preguntado al respecto de la votación, reconoció que se equivocaron absteniéndose y que de haber conocido el informe del Consejo de Estado, que recomendaba reforzar los controles sobre este dinero procedente de Europa, habrían votado en contra, y defendió entonces que fue una «decisión colectiva del partido», negando que la responsabilidad recayera sobre el portavoz parlamentario.

Después de aquella votación inesperada, Olona asegura que hubo un «interrogatorio a espaldas de Iván», y, señalando a Méndez Monasterio, que a ella le hicieron creer que Espinosa de los Monteros les había «traicionado». «Durante aquellas semanas corté de raíz la comunicación con Iván», relata, y traslada que el día de aquella votación «murió el Vox primigenio y comenzó la caída de Iván en favor del ascenso de los Buxadé and company», iniciándose entonces, según explica, esa «deriva yunkera» y «el principio del divorcio» entre Abascal y Espinosa de los Monteros, que abandonó las primeras filas de Vox el pasado agosto también de forma sorpresiva.

En este capítulo, Olona señala que Abascal «no es libre, es esclavo del poder» y «de los intereses de gente infinitamente más poderosa que él» y le tacha de ser una persona «bunkerizada». Y explica que el partido empezó actuando «todos a una» en el Congreso, que es donde estaba la dirección de Vox, a excepción de Buxadé –que estaba de diputado en el Parlamento Europeo–, y que en 2021 el funcionamiento cambió con la entrada del Comité de Acción Política, que dirige Buxadé.

Habla también de cómo se enteró de que la enviarían como candidata a Andalucía para las elecciones de junio de 2022. Según sostiene, recibió la noticia por la prensa y cuando, atónita de la que parecía ser una decisión tomada, se dirigió a hablar con Abascal, este le indicó que lo había decidido después de que el periodista Federico Jiménez Losantos apuntara que Vox no la enviaba como candidata porque se estaba «convirtiendo en una Ayuso». «Me vino a explicar que no podía dejar que se extendiera el mismo rumor que semanas antes le había costado el cargo a Casado», explica Olona en su libro. Lo que siguió después, aunque no se supo hasta más tarde, fueron las últimas páginas de la historia que escribió junto a Vox durante tres años.