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Fernando Rayón

Una jura y varios errores

Que ocurra con un Gobierno en funciones viene a subrayar la independencia de la Jefatura del Estado del Gobierno

La Princesa de Asturias, Leonor de BorbonAGPH

La próxima Jura de la Constitución por parte de la Princesa de Asturias ha planteado una serie de cuestiones importantes si pensamos que hablamos de un acontecimiento que se produce con motivo de la mayoría de edad de la Heredera del Trono y futura Jefe del Estado.

Lo que algunos entienden como un acto social o circunscriben al ámbito privado de la Familia Real, cobra así una trascendencia evidente, como también la tuvo entre los últimos monarcas que ha tenido España. Jurar la Carta Magna y comprometerse a respetar y hacer respetar las leyes puede parecer algo evidente, pero la reciente historia de España está demostrando cada día hasta que punto resulta trascendental en el presente y también en el futuro.

La actualidad política ha hecho coincidir esta Jura con un gobierno en funciones. Podría pensarse que quizá hubiese sido más conveniente esperar a la toma de posesión de un nuevo Presidente y su gobierno para celebrar un acto de esta naturaleza pero, desde mi punto de vista, esta coincidencia viene a subrayar la independencia de la Jefatura del Estado del Gobierno de turno y el simbolismo que tiene celebrar la mayoría de edad cuando ésta se produce y no cuando conviene por otros motivos. Bien por tanto al no retraso de la Jura. Por otro lado, contábamos con un precedente relativamente reciente en el tiempo: la Jura que Felipe VI; y Felipe de Borbón y Grecia juró la Constitución el mismo día que cumplió 18 años, lo mismo que ocurrirá con la Princesa Leonor.

La princesa de Asturias, Leonor (i-d), la reina Letizia, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada al desfile del Día de la Fiesta NacionalEFE

Efectivamente, el 30 de enero de 1986 el actual Rey de España juró la Carta Magna ante las Cortes Generales. Y tampoco se trataba de un acto social: era cumplir con un trámite establecido en la propia Carta Magna. El artículo 61 de la Constitución Española establece que el príncipe, o en nuestro caso la princesa heredera, al alcanzar la mayoría de edad, prestará juramento ante las Cortes Generales. Para ello, se utilizará la fórmula que establece el propio texto constitucional: «Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, y respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas, y fidelidad al Rey». La Constitución manda y las leyes se cumplen.

Pero precisamente al tener este precedente en el que se cumplieron con tanto esmero los preceptos constitucionales, sorprenden algunos cambios que vamos a ver mañana en la Jura de Leonor. Para empezar la ausencia de don Juan Carlos y doña Sofía.

Los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía junto a sus ocho nietos, en la felicitación de Navidad de 2007GTRES

Es fácil recordar –no hay más que mirar aquellas imágenes– el papel que tuvieron en aquella primera jura de un heredero tras la aprobación de la Carta Magna, los distintos protagonistas. Los Reyes en el centro, a su derecha el Príncipe Felipe y Felipe González, entonces Presidente del Gobierno, y a su izquierda las infantas Elena y Cristina y don Juan de Borbón, padre de don Juan Carlos.

La presencia del conde de Barcelona no era una cuestión menor. Aunque la Constitución instauraba una nueva monarquía en la persona de «Don Juan Carlos I de Borbón» también señalaba que era el «legítimo heredero de la dinastía histórica». Y para ser tal, la presencia de don Juan, heredero dinástico de Alfonso XIII confería credibilidad y zanjaba las disputas del pasado cuando Franco nombró a Juan Carlos sucesor saltándose a su padre. Por eso estaba en el estrado el conde de Barcelona y no su esposa doña María.

Juan Carlos I, el Rey Felipe VI y la Princesa de Asturias Leonor el día de la coronación de Felipe VI©GTRESONLINE

Esta vez, la Jura de Leonor está planteada sin la presencia de don Juan Carlos y doña Sofía, que solo asistirán a la celebración familiar posterior en el palacio de El Pardo. Creo que es un error.

Don Juan Carlos, al margen de sus problemas con Hacienda, fue la pieza clave de esta Constitución como he señalado más arriba. La Carta Magna consagra su figura como nuevo Jefe del Estado por delante de aquel que tenía mejor derecho para ostentar la Jefatura del Estado y, prescindir ahora del que renunció a sus poderes para alumbrar una Constitución democrática, no es solo un error histórico sino una falta de justicia evidente. En España hemos tenido reyes de todo tipo, pero la ausencia de don Juan Carlos es un error de presente y de futuro. Y la de doña Sofía además parece una falta de educación. Que vayan a estar presentes en el acto los padres de la Constitución que quedan vivos y no vayan a estar los Reyes eméritos no hay manera de justificarlo.

Y una reflexión final. La coyuntura política ha provocado en las últimas semanas que varios partidos políticos se ausentarán de las consultas del Rey para la designación del candidato a la presidencia del Gobierno. Puede parecer una actitud justificada por su republicanismo independentista pero, lo único que queda patente –por si alguno no se había percatado– es su rechazo implícito a la Constitución, a sus normas y a sus representantes. Por eso tampoco estarán en la Jura de la princesa Leonor lo que, en algún caso como el PNV –que sí asistió a la Jura de don Felipe– marca un camino de difícil retorno.

Y es que la Jura tiene algo de catártico: en ella comparecerán los que cumplen con la Ley y pero también los ausentes que no la cumplen. No es un aviso a navegantes en previsión de futuros pactos; sino la triste realidad del momento político que vive España.