Las nuevas obligaciones de la Princesa de Asturias tras cumplir la mayoría de edad

Cualquier joven español de dieciocho años está, ahora mismo, pensando en su próximo viaje de fin de curso, en cuál es la carrera que más le gustaría estudiar o en el plan del próximo fin de semana con sus amigos de siempre. Cualquiera, excepto una joven que, en las próximas horas, se ajustará el peso de la Corona sobre su cabeza y asumirá, alcanzada la mayoría de edad, una serie de obligaciones como heredera al Trono de España. Doña Leonor de Borbón cumple 18 años y lo celebrará, a nivel institucional, jurando la Constitución, en un acto solemne en el Congreso de los Diputados, a partir del cual quedará comprometida a afrontar nuevos desafíos y responsabilidades.

La más inmediata, estar lista para asumir la Jefatura del Estado, si fuera necesario. Será, llegado el momento, por incapacidad, abdicación o fallecimiento de su padre, el rey Don Felipe VI, la cuarta reina de España, sin tener en cuenta a las regentes tras la Reina Católica Isabel de Castilla, su hija Juana 'la Loca' e Isabel II. Una condición de la que deriva su obligación principal: la de representar al Estado español. «Entiendo muy bien y soy consciente de cuál es mi deber y de lo que implican mis responsabilidades», ha asegurado en alguno de los discursos pronunciados durante estos años de preparación como Princesa de Asturias.

La última fase de dicho entrenamiento, tiene que ver con su condición de mando supremo de las Fuerzas Armadas, tal y como prevé el artículo 62.h de la Constitución, y con la exigencia de que adquiera conocimiento detallado y en profundidad de los Ejércitos de Aire y Tierra y la de Armada, en tanto en cuanto todos ellos son los encargados de garantizar la soberanía, la independencia y la defensa de España. Así las cosas, para que Doña Leonor, como futura la reina pueda adquirir la condición de capitán general de los tres ejércitos, la formación militar que actualmente recibe es, casi, una obligación constitucional, a juicio de los expertos.

Además, y desde ahora en adelante, la Princesa de Asturias podrá empezar a hacer más visibles nuevos papeles institucionales no sólo en España, sino también fuera de nuestras fronteras, como miembro de la realeza europea, con la que nuestra Monarquía comparte lazos familiares y de amistad, en otros casos. Es por ello que Doña Leonor comenzará a tener presencia en las reuniones 'royals' sobre todo si se refieren a casas reinantes.

No en vano, la discreción y protección que Casa Real ha conferido a las dos hijas de los Reyes, Doña Leonor y su hermana, la Infanta Doña Sofía, se ha ido transformando en una mayor predisposición a facilitar nuevas imágenes y el acceso de la prensa a ellas, en diferentes actos, coincidiendo con el arranque de su formación militar.

No en vano, la transparencia en la vida ordinaria de la Princesa de Asturias trata de acercar sus obligaciones como heredera al trono, a la sociedad. Cabe recordar que, una vez suba al trono, Doña Leonor será la jefa de Estado de todos esos jóvenes con los que, hoy, comparte su paso a la mayoría de edad.