Sánchez disfraza la amnistía apelando al orden constitucional en el preámbulo de la ley

Favorecer y garantizar la «convivencia democrática» en Cataluña es la idea con la que Pedro Sánchez y los grupos separatistas tratarán de vender la futura ley de amnistía que va a ser registrada en el Congreso en las próximas horas. Según ha adelantado El País esta idea redunda en un extenso preámbulo que arranca el texto redactado de la futura ley de amnistía con el que sus creadores tratan de disfrazar esta ley –a priori anticonstitucional– haciendo constantes referencias al Estado de derecho y a la propia Constitución. Pretenden con ello que los argumentos esgrimidos en el preámbulo sean decisivos a la hora de interpretar la futura ley puesto que aunque estos no forman parte normativa de las leyes sí son importantes para su interpretación y ejecución.

Las continuas alusiones al fin último al que se han agarrado los redactores de esta ley y que no es otro que la «convivencia democrática» concuerdan, además, con el preámbulo de la propia Constitución que define lograr la convivencia como primer objetivo.

La amnistía que piden con esta ley pretenden que abarque desde el 1 de enero de 2013 hasta la fecha en la que se registre la proposición. La propuesta se remonta diez años atrás porque fue el momento en el que los movimientos separatistas comenzaron a movilizarse llegando a convocarse una consulta en 2014 encabezada por el presidente de entonces de la Generalitat, Artur Mas, que acabó condenado por el Tribunal Constitucional, órgano que prohibió la consulta.

Así, la futura ley de amnistía pretende exculpar a todos los condenados por movimientos realizados en pro de la independencia de Cataluña desde 2013 y por los que además de los condenados por el Tribunal Supremo también se encuentran los fugados al extranjero –Toni Comín y Carles Puigdemont entre ellos–y los procesados por promover violentos disturbios como los integrantes de los CDR y de Tsunami Democràtic.