Los vídeos del hijo de Conde-Pumpido que la juez usó para ponerle en libertad no «desacreditan» la denuncia por sí solos

La detención del hijo del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, por un presunto delito de agresión sexual en manada a una prostituta brasileña de 37 años, que El Debate adelantó en exclusiva, ha supuesto un escándalo tanto a nivel mediático como político pero también judicial tras conocerse, a última hora de este domingo, que la juez encargada del caso decretaba para el abogado madrileño auto de libertad sin medidas cautelares.

Apoyada en las grabaciones aportadas para su defensa por Conde-Pumpido Jr. de las cámaras de vigilancia del inmueble en el que, presuntamente, se habrían producido los hechos, la titular del Juzgado de Instrucción número 44 de Plaza Castilla, María Durántez, acordaba su puesta en libertad al entender que las imágenes visionadas «desacreditaban» la versión dada por la víctima sobre lo ocurrido en el interior del domicilio del abogado madrileño y dos de sus amigos.

Según consta en el atestado policial, los tres hombres habrían drogado a la mujer antes de mantener relaciones sexuales con ella y le quitaron el pasaporte

Si embargo, y según fuentes judiciales consultadas por El Debate, la existencia de un vídeo incluso «aunque no concuerde con la narración de la víctima, sobre todo, al inicio de la investigación, no debería, por sí sola, desvirtuar la misma». Cabe recordar que, por ejemplo, en el caso de la Manada de Pamplona, a la víctima se la veía mantener relaciones sexuales con alguno de los condenados y, sin embargo, y al margen de ello, las penas impuestas fueron elevadísimas.

En aquella ocasión, la versión de la víctima –que dio origen al lema 'yo sí te creo hermana'– se impuso en contra de lo que, a priori, evidenciaban las imágenes de una falsa complacencia y se dio un especial peso a la narración de los hechos y los comportamientos de cada uno de los participantes para concluir, sentando un importante precedente jurisprudencial, que los cinco amigos fueron responsables de una violación en grupo de una joven de dieciocho años en los sanfermines de 2016.