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Felipe González vuelve a criticar la amnistía y defiende repetir las elecciones

El expresidente del Gobierno asegura que la amnistía «no merece la pena por siete votos ni tampoco para gobernar»

El expresidente del Gobierno Felipe González ha vuelto a rechazar con rotundidad una ley de amnistía que favorecería a los encausados por el procés en Cataluña y ha defendido que «no merece la pena» aprobar esta medida por «siete votos» para sacar adelante una investidura, por lo que ha abogado por una repetición electoral para «ganar».

El exlíder del PSOE ha reflexionado sobre la actualidad política en un vídeo que ha publicado su fundación, donde aborda, como cuestión principal, las negociaciones del PSOE con los partidos independentistas catalanes de Junts y ERC, además de una futura ley de amnistía que, según ha insistido, va en contra de la Constitución.

En primer lugar, González ha criticado a los socios del PSOE, cuestionando si formaciones como Junts son «progresistas». «Pienso en lo que se define como un gobierno progresista. ¿Qué hay de progresista en la gente de Puigdemont? Será una derecha más o menos, pero desde luego solidaria y progresista no es», ha exclamado el expresidente, que también ha cargado contra Sumar, un espacio político que tildaba como «socialtraidores» a los socialdemócratas en épocas anteriores, según ha dicho.

En otro punto, ha reprochado a Pedro Sánchez su cambio de posición con la amnistía y le ha pedido que diga «hasta aquí» porque va en contra de la Constitución, aunque, en su opinión los indultos a los presos catalanes fueron positivos porque ayudaron a calmar la convivencia en Cataluña. Pero ha avisado: «Una cosa es perdonar, no olvidarlo y otra pedir perdón. Nos están obligando a pedir perdón. No solo borrar los delitos, es que le tenemos que pedir perdón a Puigdemont y considerarle como Tarradellas. Este es un prófugo de la justicia», ha señalado González sobre el huido desde 2017.

La amnistía será un fracaso

El expresidente también ha mostrado su rechazo a un mediador y ha insistido en que una «amnistía sin consenso de las Cámaras nunca funcionará y deshará la convivencia». Asimismo, se ha mostrado avergonzado porque esta medida se esté «redactando en Bruselas» y «con las personas amnistiadas».

De esta manera, el primer presidente socialista de la democracia española se mantiene firme en sus convicciones. Cabe recordar, que este tipo de declaraciones le han servido para ganarse muchas críticas dentro del PSOE. De hecho, tanto él como el que fuera su número 2, Alfonso Guerra, han sido acusados de «desleales», a lo que Guerra respondió: «Yo no he sido desleal, más bien ha sido disidente el otro que ha ido cambiando».

Por eso, con esta declaración Felipe González deja claro cual es su postura y se mantiene firme en lo que lleva defendiendo desde antes de que el 23-J dibujase una aritmética parlamentaria en la que el PSOE necesitase el apoyo de todos los nacionalistas e independentistas para seguir en la Moncloa, lo que hizo cambiar de opinión a muchos dirigentes socialistas.