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Alejo Vidal-QuadrasPaula Argüelles

Perfil

Alejo Vidal-Quadras, el físico al que el PP apartó para suavizar su relación con Pujol

El ex presidente del PP catalán ha sido disparado este jueves en la cara en pleno centro de Madrid por un sujeto con un casco de moto

Alejo Vidal-Quadras (Barcelona, 1945) es uno de esos políticos de voz autónoma. De los que no terminan de cuajar en ningún partido. No por falta de valía o conocimiento —es catedrático de Física como se explica a continuación — sino por la, cada vez más escasa, virtud de decir aquello que piensa por encima de la disciplina de partido. Este jueves, un motorista le ha disparado en la cabeza en pleno centro de Madrid. Los servicios de emergencias le han trasladado, consciente, a un hospital en la capital.

A pesar de que gran parte de su vida ha estado enfocada a la política, es licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad de Barcelona. Además, obtuvo el premio extraordinario de doctorado por la Autónoma de Barcelona y recibió el galardón de Energía Nuclear de la Junta de Energía Nuclear. En 1988 fue también nombrado como catedrático de Física Atómica y Nuclear. Fue director del Servicio de Física de Radiaciones de la UAB y profesor en el Centro de Investigaciones Nucleares de Estrasburgo, en el University College de Dublín y en el colegio La Inmaculada de los Maristas de Barcelona.

Vidal-Quadras comenzó su andadura política en Alianza Popular donde fue elegido como diputado en el Parlamento de Cataluña. Desde el comienzo, el político se mostró contrario al movimiento independentista catalán y defendió de manera firme la necesidad de marginar este tipo de ideario del panorama político español. Fue este aspecto el que le llevó a un enfrentamiento interno, ya en el Partido Popular, cuando lideró la corriente más dura de lucha contra el separatismo del que era presiente del Gobierno en Cataluña, Jordi Pujol.

Alejo Vidal-Quadras, en Barcelona, presentando la Fundación Foro Libertad y AlternativaAlejo Vidal-Quadras

Antes de todo eso, con el apoyo de José María Aznar, Vidal-Quadras fue nombrado presidente del PP catalán a finales de la década de los 80 en unas primarias en las que rivalizó con Jorge Fernández Díaz. Durante este periodo, se convirtió en la cara visible contra el separatismo por parte de los populares.

Un pacto que supuso su salida

Fue en el 1996 cuando el Pacto del Majestic entre el PP y Convergència i Unió terminó con Vidal-Quadras apartado para suavizar las relaciones del partido de Aznar con el de Pujol. En ese hotel, situado en el paseo de Gracia de Barcelona, se cuajó el apoyo de Convergència a la investidura de José María Aznar necesaria para convertirse en presidente del Gobierno. Esto conllevaba grandes cesiones del PP al partido separatista que incluían traspaso de competencias del Gobierno central al autonómico. Este aspecto es recriminado, a día de hoy, por parte de la derecha a la formación que ahora lidera Alberto Núñez Feijóo.

Vidal-Quadras presentó entonces su dimisión como presidente del PP catalán hasta que, en 1999, se convirtió en eurodiputado donde llegó a ser vicepresidente del Parlamento Europeo hasta el 2014.

En enero de ese mismo año, el barcelonés anunció su salida del PP para incorporarse a Vox. Por aquel entonces, Vox era un partido desconocido del que se le considera uno de los fundadores. De hecho, fue presidente provisional de la formación. En 2015, se dio de baja del partido y comenzó una vida fuera de la política. Fue entonces cuando se convirtió en colaborador de varios medios de comunicación escrita y tertuliano, actividad que, pese a sus 78 años, continúa ejerciendo.

Le guste a muchos o no, Vidal-Quadras ha mantenido su postura ante asuntos como el separatismo, la economía y la política. Para ello, ha formado parte de iniciativas como Foro España Cívica y la Fundación Foro Libertad y Alternativa organizando la concentración en Cibeles del pasado mes de enero bajo el lema 'Por España, la democracia y la Constitución'.

En un encuentro de catalanes celebrado en El Debate, Alejo Vidal- Quadras resumió su postura ante la deriva del Estado. Para él, el problema no es actual, sino que lleva amasándose durante muchos años. «Esto está muy dicho y estudiado pero hay que repetirlo una y otra vez: El gran culpable de la situación en Cataluña no es el nacionalismo separatista, porque ellos son como son y todos lo sabíamos. El daño lo han hecho los dos grandes partidos: PSOE y PP».