Alejo Vidal-Quadras había terminado su rutina de ejercicio en el gimnasio y se dirigía de vuelta a su residencia en la calle Núñez de Balboa. En ese momento, un individuo vestido de forma oscura, enmascarado con un casco de motociclista, lo abordó súbitamente. Sin mediar palabra, el agresor empuñó un arma y efectuó un disparo en su dirección.

El propósito del atacante era impactar directamente en la cabeza de Vidal-Quadras. Sin embargo, según informaciones provenientes de fuentes policiales, el político instintivamente movió su rostro al percatarse del arma, logrando así eludir la fatalidad. El agresor efectuó un único disparo antes de emprender la huida. Descendió por la intersección de las calles Núñez de Balboa y Goya y se alejó a toda prisa en dirección a la Plaza de Colón.