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La manifestación en Madrid colapsa la Puerta del SolAFP

Manifestación amnistía

Millones de españoles claman contra la amnistía

La concentración más numerosa ha sido la de Madrid, donde el PP calcula haber reunido a medio millón de personas después de colapsar la Puerta del Sol y buena parte del centro de la capital

La sociedad española se ha manifestado de forma masiva contra la amnistía (entre otras cesiones) que Pedro Sánchez ha pactado con el separatismo a cambio de su investidura. De Bilbao a Sevilla, de Madrid a Barcelona, millones de persona han exigido igualdad ante la ley y preservar la división de poderes.

La manifestación más numerosa ha sido la de Madrid, donde el Partido Popular (convocante de la protesta) calcula que han acudido medio millón de personas tras haber colapsado la Puerta del Sol y las calles aledañas. La Delegación del Gobierno calcula que han sido apenas 80.000 personas los asistentes, cosa improbable si tenemos en cuenta que es el aforo normal de un partido de fútbol. Quien haya estado en Madrid, puede dar fe de la imprecisión del dato.

Éxito de convocatoria

La concentración en la Puerta del Sol (Madrid) organizada por el PP para reivindicar la igualdad entre españoles en respuesta a la amnistía que ha acordado el Gobierno de Pedro Sánchez ha sido un éxito abrumador. El evento, que ha congregado a cientos de miles de personas, se ha desarrollado con total normalidad y sin incidentes. Durante su desarrollo se han escuchado proclamas para reivindicar la importancia de la Constitución.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, han sido las dos grandes presencias en la concentración. Otro de los participantes ha sido el presidente de Vox, Santiago Abascal, que ha secundado una segunda marcha tras acabar ésta en la sede central del PSOE de la calle Ferraz.

El evento se ha desarrollado con total normalidad y sin incidentes de ninguna clase. De hecho, que no se colaran radicales que pudiera reventar la concentración era una de las preocupaciones del PP. Los ciudadanos que han participado llevaban consigo banderas de España y de Europa y carteles en los que se leían mensajes contra el presidente Sánchez. «Pedro Sánchez, traidor» o «La democracia en España está en riesgo» era lo que estaba escrito en algunas de las lonas que portaban los manifestantes.

Decenas de miles de españoles han atendido a la llamada del PP en Madrid (como en la imagen) y en toda España.EFE

Las proclamas bajo las que el PP ha organizado esta concentración han sido «España no se rinde» y «Juntos por España», aunque se han escuchado otras soflamas, entre las que se encuentran: «¡Viva España!», «¡Viva la Constitución!», «¿Puigdemont a prisión!», «¡España, unida, jamás será vencida!» y «¡Queremos libertad!», entre otras. Al finalizar se ha escuchado el himno nacional ante el fuerte aplauso de los participantes.

La Puerta del Sol se ha llenado al completo. De hecho, calles aledañas han albergado a manifestantes que no cabían en la plaza. Cuarenta minutos antes de que arrancara la concentración los agentes de la Policía Nacional que velaban por la seguridad del evento han tenido que bloquear el acceso a Sol al haber superado el aforo de seguridad, para evitar aglomeraciones. Cuando eso ha ocurrido los participantes de han instalado en las calles Carrera de San Jerónimo, Arenal, Alcalá, Montera, Carmen, Preciados y Mayor.

El PP ha leído un manifiesto desde una tarima instalada en la puerta principal de la Real Casa de Correos, sede de Gobierno de la Comunidad de Madrid. «Hoy España es un clamor por la igualdad, la dignidad, la justicia, la convivencia y la diversidad. En cada rincón de nuestro territorio decimos: No al privilegio. No a la impunidad. No a la amnistía».

Los populares han recordado que «somos una nación con siglos de historia que nunca se ha callado ni se va a callar ante la desigualdad y que siempre ha sabido sobreponerse a las dificultades» y defienden la Constitución, «con la que construimos una democracia de ciudadanos libres e iguales, asentada sobre la unidad y la pluralidad».

Isabel Díaz Ayuso, en la Puerta del Sol de Madrid durante el gran mitin contra la amnistía.EFE

Tachan como una «amenaza» los pactos de Sánchez, quien «tras perder las elecciones y con la única intención de perpetuarse en el poder, se ha puesto al frente del movimiento independentista que busca derrotar al Estado, buscando romper la igualdad entre los españoles, amordazando a jueces y fiscales y humillando a nuestro país».

El PP denuncia también las formas en las que se han acordado los pactos, «como suelen hacerlo los delincuentes: a escondidas, ocultándose, engañando». «La gobernabilidad de nuestro país se ha decidido fuera de nuestro país. Se han ido fuera de España en su intento de destruir la democracia española. No dan la cara», han criticado.

Alberto Núñez Feijóo, durante el acto contra la amnistía y las cesiones de Sánchez al separatismo.EFE

Finalmente, la formación liderada por Feijóo ha asegurado que «vamos a dar la batalla contra la impunidad. Lo haremos en las instituciones, en los parlamentos, en los tribunales de justicia, en la Unión Europea y, sí, también en las calles. De forma pacífica, cívica y legítima. Como estamos haciendo hoy».

Manifiesto en defensa de la igualdad de todos los españoles

Hoy se escucha a los españoles con una sola voz desde las plazas de todo el país. Hoy España es un clamor por la igualdad, la dignidad, la justicia, la convivencia y la diversidad. En cada rincón de nuestro territorio decimos: No al privilegio. No a la impunidad. No a la amnistía.

Somos una nación con siglos de historia que nunca se ha callado ni se va a callar ante la desigualdad y que siempre ha sabido sobreponerse a las dificultades. Lo hicimos también cuando el separatismo catalán dio un golpe a la Constitución y la convivencia y lo volveremos a hacer ahora que lo vuelve a intentar liderado por aquel que debería ser el primero en impedirlo.

Hace 45 años los españoles aprobamos masivamente una Constitución con la que construimos una democracia de ciudadanos libres e iguales, asentada sobre la unidad y la pluralidad, con unos poderes públicos sometidos a la ley y el Estado de derecho. Nos convertimos en un ejemplo en todo el mundo.

Y lo volveremos a ser con esta reacción firme y serena del pueblo español al ataque que sufre nuestra Carta Magna, la división de poderes y las bases mismas de nuestra democracia.

En esta ocasión, la amenaza se redobla porque es el presidente del Gobierno el que, tras perder las elecciones y con la única intención de perpetuarse en el poder, se ha puesto al frente del movimiento independentista que busca derrotar al Estado, buscando romper la igualdad entre los españoles, amordazando a jueces y fiscales y humillando a nuestro país.

Están vendiendo la libertad y la igualdad de los españoles y lo hacen como suelen hacerlo los delincuentes: a escondidas, ocultándose, engañando. La gobernabilidad de nuestro país se ha decidido fuera de nuestro país. Se han ido fuera de España en su intento de destruir la democracia española. No dan la cara.

Nosotros sí. No nos escondemos. No nos ponemos de rodillas ante los que odian la democracia. Tampoco nos vamos lejos, sino que salimos a las calles y plazas de nuestra nación, orgullosos de nuestra democracia, orgullosos de nuestros jueces, de nuestros policías, de nuestros ciudadanos, de nuestra Constitución. Orgullosos de España.

Estamos juntos, pese a que quieren dividirnos. Estamos ante un desafío a nuestra democracia que requiere la reacción de los demócratas, sin distinción de ideología. Aquellos que hoy miran a otro lado y no hacen nada, aún siendo conscientes de la gravedad del ataque, se arrepentirán en el futuro de haber sido cómplices con su pasividad en un momento clave de nuestra historia.

¿Queremos vivir en esa España rota y desigual que han pactado lejos de España? ¿Queremos una nación así para nuestros hijos? No. Queremos que la libertad, la igualdad y la convivencia sigan marcando nuestro horizonte.

Vamos a dar la batalla contra la impunidad. Lo haremos en las instituciones, en los parlamentos, en los tribunales de justicia, en la Unión Europea y, sí, también en las calles. De forma pacífica, cívica y legítima. Como estamos haciendo hoy.

Frente a la desestabilización y el deterioro al que están sometiendo a las instituciones, nos comprometemos a fortalecerlas. Frente al intento de acabar con la ley, nos comprometemos a garantizarla.

Es hora de preguntarnos qué podemos hacer por nuestro país. Éste es el camino. La indignación que sentimos ha de convertirse en un clamor que se oiga en toda España y llegue a todas las democracias amigas. Porque la democracia europea está en juego cuando la democracia española está en peligro.

Quieren nuestro silencio, pero van a tener una respuesta serena y firme. Tenemos la convicción de que la democracia española prevalecerá. Algún día la historia contará que España se puso en pie, con serenidad y firmeza, para decir basta y para defender la igualdad entre los españoles.

¡España no se rinde!