Los beneficiados por la amnistía: desde el escolta de Puigdemont hasta el que mediaba con Putin
Aunque la norma no alude a nombres concretos (porque no puede), el articulado permite delimitar algunos perfiles muy concretos
Una vez que la amnistía se convirtió en una cuestión prioritaria para el PSOE (a pesar de que la negaron hasta el mismo día de las elecciones), las quinielas sobre sus posibles beneficiarios se empezaron a disparar. De hecho, los límites de su aplicación fueron uno de los puntos críticos de la negociación entre PSOE, Junts y ERC. De hecho, hasta este mismo domingo, Oriol Junqueras quiso poner sus límites cuando le preguntaron por Laura Borràs: «Lo suyo es corrupción», advirtió.
Pues bien, una vez presentado el borrador de la norma, se pueden intuir algunos de los beneficiarios potenciales de la ley de amnistía. Es verdad que primero tienen que decidir acogerse (tienen cinco años para hacerlo) y que luego los jueces tienen dos meses para resolver, pero no es descabellado poner ya nombres y apellidos a algunos de los delincuentes o fugados que se verán beneficiados por esta ley que ha soliviantado al Supremo.
Si atendemos al articulado de la ley, hay varios nombres que son más que probables:
- Estarán los integrantes del Gobierno que dio el golpe a la Constitución en Cataluña, como el exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras y a los exconsellers Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa, quienes fueron indultados pero permanecen inhabilitados por delitos de desobediencia y malversación. Cabe recordar que estos ya se vieron beneficiados por la derogación de la sedición y la reforma de la malversación impulsada por el PSOE.
- También se subirán al carro de la amnistía Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, que protagonizaron desórdenes públicos a mitad de camino entre la rebelión y la sedición por la que finalmente ingresaron en prisión (hasta que los indultos los devolvieron a la calle).
Imputados por terrorismo
- El texto a su vez, recuerda Europa Press, tendría impacto en el caso de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, que permanece en Suiza procesada por un delito de desobediencia tras la reforma que derogó la sedición. Se da la circunstancia de que Rovira está actualmente investigada por terrorismo, pero también se libraría. En su articulado, la ley establece que no podrán ser amnistiados «los actos tipificados como delitos de terrorismo castigados en el Capítulo VII del Título XXII del Libro II del Código Penal siempre y cuando haya recaído sentencia firme». Ese «siempre y cuando haya recaído sentencia firme», exime a Rovira y al propio Carles Puigdemont.
- Junto a los impulsores de los CDR (y por extensión de los disturbios), la norma dejaría sin juicio oral a los 12 miembros procesados por un delito de pertenencia a organización terrorista que planearon ocupar el Parlament y participaron en los cortes de carreteras o levantamientos de barreras de peaje.
- También en el seno de la Audiencia Nacional, la amnistía abarcaría a los 10 investigados por los disturbios presuntamente organizados por Tsunami Democràtic tras las condenas por el procés en 2019, y que fueron desde el intento de asalto del aeropuerto de El Prat, al corte de la frontera de la Junquera o las reiteradas protestas con barricadas frente a la Jefatura de la Policía en Vía Laietana.
Al no haber sentencia firme por terrorismo (solo investigación) todos ellos podrán acogerse a la amnistía a pesar de la violencia empleada.
La trama rusa
- También entrarían dentro de la amnistía el círculo de máxima confianza de Carles Puigdemont. El texto alcanzaría a la condena de cuatro años y medio de cárcel que se impuso al exconseller de Interior Miquel Buch por designar al mosso d'esquadra Lluís Escolà para que escoltara a Puigdemont en el extranjero tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
- También entraría en la categoría de beneficiados el que está considerado como uno de los mediadores del separatismo con Rusia, Josep Lluís Alay.
Tal y como ha probado este periódico en más de una ocasión, Alay buscó el apoyo de Rusia en la intentona separatista así como financiación para la causa del fugado Puigdemont una vez salió camino a Waterloo. La amnistía, además de conceder el olvido a unos hechos gravísimos, quiere también dar por buena la demostrada intromisión de un país tercero (Rusia) en asuntos internos de España.