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El líder de Vox, Santiago Abascal, interviene durante el primer día del debate de investidura de Pedro SánchezEFE

Abascal acusa a Sánchez de encabezar un «golpe de Estado» pese a las amenazas de Armengol para que lo retire

«No parará en la amnistía», advirtió Santiago Abascal desde la tribuna de oradores durante el debate de investidura. El líder de Vox acusó a Pedro Sánchez de encabezar un «golpe de Estado» varias veces durante su intervención. La presidenta del Congreso de los Diputados, la socialista Francina Armengol, le pidió que lo retirara para que no conste en el diario de sesiones, y pese a la amenaza de hacerlo ella misma en caso contrario, Abascal le reprochó que parezca ahora que ni los diputados tienen libertad de expresión en la tribuna y se negó a hacerlo.

«Yo, junto a millones de españoles, acuso al señor Sánchez de liquidar el Estado de derecho, la separación de poderes, la igualdad ante la ley y la convivencia pacífica en nuestra nación», expresó Abascal. Le acusó también de «tratar de subvertir el orden constitucional y de preparar un golpe en connivencia con las minorías separatistas». «Un golpe de Estado. No es retórica ni inflamación verbal», dijo. «Es el camino que ha emprendido el PSOE al firmar un pacto infame con un prófugo de la justicia». Y añadió: «Es el inicio de la tiranía».

El presidente de Vox auguró que Sánchez y su Ejecutivo disfrazarán el golpe con «ropajes de legalidad», e hizo referencia a personajes históricos «nefastos» que llegaron al poder con apariencias de legalidad, como Chávez, Maduro o Hitler. «Hitler también llegó al poder mediante unas elecciones, y solo después maniobró para liquidar la democracia», expuso. Tras lo que Armengol le pidió retirar la expresión «golpe de Estado».

«Pueden protestar todo lo que quieran pero tengo todo el derecho decir en esta tribuna que estamos ante un golpe de Estado», insistió Abascal, que advirtió que si deciden borrar esos términos del diario de sesiones como amenazó la presidenta de la Cámara estarán acreditando «hasta qué punto quieren amordazar a los diputados». Señaló en este sentido que es un golpe porque los propios socialistas admitieron meses atrás que la ley de amnistía no cabe en el ordenamiento jurídico español.

En la primera parte de su intervención, enumeró de hecho las declaraciones que ministros del PSOE habían realizado tiempo atrás rechazando una eventual ley de amnistía, que hoy, para lograr los apoyos del separatismo, han acordado aprobar. Entre ellas, mencionó la del propio Sánchez, que afirmó que la amnistía es inconstitucional, ilegal y que no tiene cabida en nuestro ordenamiento jurídico. «Palabra de Pedro Sánchez», dijo Abascal, y subrayó que el Gobierno que los socialistas presidirán será «ilegal».

El líder de Vox contestó a las acusaciones de incitar a la violencia vertidas por el dirigente socialista en alusión a las manifestaciones que se suceden diariamente frente a las sedes del PSOE para protestar contra los acuerdos con Junts y ERC. Así, expresó que la única violencia estos días ha sido la que se ha producido contra un alcalde del PP de 98 años que ha sufrido un escrache, y el ataque contra Alejo Vidal-Quadras. «La violencia de los de siempre contra los de siempre», señaló.

Volvió a denunciar, en este sentido, los intentos de «criminalizar» a los españoles que se manifiestan estas semanas, y recriminó al ministerio de Grande-Marlaska que ofrezca escolta a Puigdemont y gasee a jóvenes y mayores que protestan en defensa de la Constitución y de la igualdad ante la ley. La pasada semana, Vox anunció medidas legales contra el ministro del Interior y el delegado del Gobierno en Madrid por ordenar cargar contra los manifestantes.

Como hiciera este martes, Abascal pidió a Alberto Núñez Feijóo que ordene en el Senado, donde los populares tienen mayoría absoluta, que no tramiten la ley de amnistía una vez llegue del Congreso, y le instó a «corregir el error gigantesco que cometió su partido al entregar a Pedro Sánchez el Tribunal Constitucional en otoño de 2021». De no hacerlo, apuntó que el PP estaría «colaborando lateralmente con el golpe», lo que –avisó– impediría a su partido colaborar con ellos en el resto de las instituciones: «Nos lo pondrían muy difícil».

El presidente de Vox terminó su intervención asegurando que su partido no se adaptará a la «nueva normalidad» y que utilizará todas las herramientas a su alcance para hacer frente a ese camino emprendido por el PSOE y sus socios una vez culmine la investidura este jueves. «Nuestra palabra vale, nuestro compromiso es firme», garantizó, al tiempo que incidió en que estarán junto al pueblo español «que combate el golpe».

Así, al confirmar su voto en contra mañana y terminar su intervención, él y los otros 32 diputados de Vox abandonaron el hemiciclo y se dirigieron hacia donde se encontraban los manifestantes concentrados en la Carrera de San Jerónimo. La formación ha trasladado en redes sociales que estarán en Neptuno y posteriormente irán a Ferraz una noche más.