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El rifirrafe entre Abascal y Armengol por decir «golpe de estado»

Santiago Abascal y Francina Armengol han mantenido un tenso rifirrafe en el Congreso después de que el presidente de Vox haya acusado a pedro Sánchez de estar dando un golpe de Estado de la mano de las «minorías separatistas». La presidenta de la Cámara le ha pedido retirar las palabras (o en su defecto hacerlo ella) y Abascal se ha negado.

«Yo acuso, junto a millones de españoles, a Pedro Sánchez de liquidar el Estado de derecho, la separación de poderes, la igualdad ante la ley y la convivencia pacífica en nuestra nación», ha comenzado diciendo Abascal. «Y yo, junto a millones de españoles, acuso al señor Pedro Sánchez de tratar de subvertir el orden constitucional y de preparar un golpe en connivencia con las minorías separatistas. Un golpe de Estado. No es retórica, señorías, no es inflamación verbal, es el camino que ha emprendido el Partido Socialista al firmar un pacto infame con un prófugo de la Justicia».

Solo unos minutos después, Armengol ha interrumpido al presidente de Vox cuando estaba argumentando que «muchos de los peores tiranos y criminales de la historia» llegaron al poder a través de unas elecciones libres.

«Un momento, señor Abascal, mire, según el artículo 103 de la Cámara, se necesita y es obligado el decoro a esta Cámara, que es la sede de la soberanía nacional», le ha dicho Armengol. «El artículo 16 obliga usted a cumplir el reglamento como a todos y a todas nosotras. No puede ser que un representante del Congreso de los Diputados vaya en contra de los propios cimientos de la democracia. Este país sabe perfectamente lo que es una dictadura y lo que es un golpe de Estado (...). Señor Abascal, le pido que retire las palabras de 'golpe de Estado' porque si no en función de mis competencias las retiraré yo».

«Sí, señora presidenta –ha dicho Abascal– evidentemente yo no voy a retirar mi propia palabra e interpretación de lo que se está viviendo en España pero no tengo ninguna duda de que usted lo retirará del diario de sesiones por orden de la mayoría socialista, demostrando que nuestra denuncia es una realidad: que ya ni los diputados tienen libertad d expresión en la tribuna de oradores del Congreso».