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Frankenstein suma a Junts

Sánchez es investido con 179 votos y enfrentado a media España: «Mi Gobierno será legítimo»

El presidente aprovecha sus últimas palabras para agradecer a los diputados socialistas su apoyo y aplomo ante los «señalamientos», que hace extensible al resto de partidos del bloque

Pedro Sánchez fue investido este jueves presidente del Gobierno por tercera vez, con 179 votos a favor del PSOE, Sumar, Junts, ERC, Bildu, el PNV, el BNG y la adhesión inesperada -hasta el pasado viernes- de Coalición Canaria. A cuya única diputada, Cristina Valido, aprovechó para agradecer su voto. «Sé que no ha sido un paso fácil, pero es un gesto que le honra», le dijo durante el debate.

En contra votaron los 171 diputados del PP, Vox y UPN, ante los que el miércoles Sánchez prometió levantar un «muro». Aunque, según él, será un muro de «democracia, convivencia y tolerancia».

Sánchez quiso que sus últimas palabras antes de la votación fueran para proclamar que su Gobierno será «legítimo, democrático y constitucional». También se dirigió a los diputados socialistas para mostrarles su agradecimiento: «Gracias por vuestra confianza. Sé muy bien que es muy difícil mantener la calma cuando nos hacen las más graves acusaciones. Sé lo duro que está siendo para vosotros ver las casas del pueblo asediadas y agredidas. Sé lo difícil que resulta soportar los señalamientos», les trasladó. Agradecimiento que hizo extensible al resto de partidos que le han apoyado.

A pesar de que el resultado fue el previsto, los socialistas no las tuvieron todas consigo hasta el final. El miércoles por los pasillos, Junts amagó con abstenerse en la primera votación y forzar así una segunda votación el sábado, para hacer a Sánchez recapacitar en esas 48 horas. Porque a Carles Puigdemont no le gustó el discurso del candidato a la investidura, que después Sánchez autoenmendó en su réplica a la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras.

Solo cuando ésta ratificó en RAC1 que los siete diputados de Junts votarían a favor, en el PSOE se sacudieron las últimas dudas. «El acuerdo está firmado y ayer (por el miércoles) Sánchez lo ratificó», afirmó Nogueras, en alusión a ese giro que hizo el presidente por la tarde.

Durante la segunda y última sesión de investidura, Sánchez solo utilizó el tono belicoso con el diputado de UPN, Alberto Catalán. A quien recriminó que el partido navarro siga de la mano del PP cuando los populares compraron el voto «tránsfuga» de dos diputados de UPN la pasada legislatura, en alusión a Carlos García Adanero y Sergio Sayas, hoy en las filas del PP. «Cada uno elige en qué lado quiere estar y ese lado ya sabe cómo se las gasta», sostuvo Sánchez.

El diputado de UPN, Alberto CatalánEFE

Al resto de los portavoces los trató entre algodones, puesto que eran todos socios: Mertxe Aizpurua por Bildu; Aitor Esteban por el PNV; Néstor Rego por el BNG; y Cristina Valido por Coalición Canaria.

La intervención de la portavoz del partido de Arnaldo Otegi no sirvió para despejar las dudas sobre su pacto con el PSOE. Puesto que Bildu es el único partido que no ha hecho público a cambio de qué son sus seis votos. No obstante, Aizpurua no dejó pasar la oportunidad de recordar al presidente gracias a quién sigue donde sigue a partir de este jueves: «Somos los independentistas y soberanistas quienes impedimos que el bloque reaccionario llegue al poder, que nadie lo olvide», remachó.

Por su parte, la diputada de CC se esforzó por explicar a los canarios los motivos de su acuerdo de investidura con el PSOE, que ya está pasando factura al partido insular. Valido sostuvo que es un pacto sumamente beneficioso para sus paisanos, y que también el PP de Canarias debería estar satisfecho. «Aquí hoy hay alcaldes del PP que deben estar contentos por tener esos fondos. Y todo ello sin claudicar a nuestro planteamiento de rechazar la amnistía por los motivos y el fondo», argumentó Valido.

La guinda la puso el portavoz del PSOE, Patxi López. «Alimentan a los que asaltan las sedes socialistas, a los que señalan y a los que hoy mismo han acosado y lanzado huevos a diputados y diputadas de esta Cámara. ¡Pero no nos van a callar!», señaló López, que le dio un consejo a Feijóo: «No sigan alimentando a la bestia porque acabará devorándolos».

El portavoz socialista defendió la amnistía como una «decisión valiente». De la que, según vaticinó, el PP acabará beneficiándose.

En los márgenes del debate, el gran tema de los corrillos de estos dos días ha sido la composición del nuevo Gobierno, que Sánchez dará a conocer este fin de semana, una vez que se lo haya comunicado al Rey. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, seguía quejándose este jueves por los pasillos del Congreso, después de constatar que los morados no tendrán ningún ministerio.

Como contó El Debate el pasado martes, Sánchez está pensando en incorporar a Ximo Puig y Guillermo Fernández Vara a su nuevo Consejo de Ministros, en el que Sumar tendría cuatro carteras. Una de ellas la de Sanidad, para Mónica García. Es muy probable la salida del ministro del Interior, Fernando Grade-Marlaska. Una de las posibilidades que medita el presidente es poner a Margarita Robles en su lugar.