El frío recibimiento de Irene Montero y su equipo a la nueva ministra socialista de Igualdad

Irene Montero y su equipo han recibido con aparente indiferencia el nombramiento de la vallisoletana Ana Redondo como ministra de Igualdad. Una cartera que el PSOE recupera esta legislatura y que Podemos trató de conservar, sin éxito, hasta el último momento.

El recibimiento ha sido gélido. La hasta ahora ministra no se ha pronunciado en sus redes sociales, ni siquiera por cortesía. En lugar de eso ha contraatacado haciendo público el documento Algo habremos hecho, en el que reivindica su trabajo y el de sus colaboradoras.

Tampoco ha dicho nada su secretaria de Estado, Ángela Rodríguez, en otras ocasiones tan locuaz. Ni la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Vicky Rosell. Por el contrario, esta última sí ha dado la enhorabuena al expresidente de Canarias Ángel Víctor Torres, nuevo ministro de Política Territorial.

Entre los silencios también destaca el de la asesora de Igualdad Isa Serra. Y el de la directora general de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI, Boti García. Tampoco ha dicho una sola palabra la directora general para la Igualdad de trato y Diversidad Étnico Racial, Rita Bosaho. Las atenciones de todas ellas han estado en Argentina, donde Javier Milei se ha impuesto en la segunda vuelta de las presidenciales.

Con Montero al frente, Igualdad fue un pozo sin fondo de polémicas la pasada legislatura. Aunque la mayor fue la suscitada por la malograda ley del solo sí es sí, para cuya reforma Pedro Sánchez tuvo que recurrir al PP.

Montero y sus colaboradoras saldrán del Ministerio una vez que Redondo, mano derecha del exalcalde de Valladolid Óscar Puente, tome posesión de su cargo. En sus primeras declaraciones tras su nombramiento, la nueva ministra se ha mostrado «muy ilusionada, con ganas de empezar, emocionada y nerviosa», informa Europa Press.