Fuego cruzado entre socialistas y populares en Estrasburgo por el debate de la ley de amnistía
La derecha pone a la izquierda entre la espada y la pared por la erosión del Estado de derecho y estos les señalan por «no aceptar el resultado de las urnas»
La tensión en las calles y el Parlamento español no ha tardado en trasladarse a las instituciones europeas. En la mañana de este martes, los grupos populares y socialistas se han atacado mutuamente de cara al debate de la situación del Estado de derecho en España por la ley de amnistía.
Entre los periodistas hay gran expectación. No es habitual ver a las dos principales fuerzas de Europa atacarse de esta manera, y mucho menos por cuestiones nacionales. Se nota que las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina.
En los anteriores debates sobre el Estado de derecho en Europa (Rumanía, Hungría y Polonia) el combate fue principalmente en clave gobierno nacional vs. Unión Europea. En esta ocasión son dos fuerzas nacionales que se valen de plataformas internacionales e intentan que el árbitro medie a su favor.
El líder de los populares europeos, el alemán Manfred Weber, ha sido claro y directo en su exposición de motivos para defender el debate. «Estamos preocupados por la situación del Estado de derecho en España y hemos visto la reacción de la sociedad civil», explicó
Ante las posibles críticas por el uso partidista, ha preferido cuidarse en salud: «no estamos jugando a la política en este momento, queremos adherirnos lo más posible a los hechos y ya ha habido una declaración de jueces alertando del peligro», señaló en referencia al comunicado del CGPJ en el que alerta de la «degradación sino abolición del Estado de derecho en España».
La estrategia de los populares es clara y transparente: quieren presionar al grupo S&D -socialista- para que a nivel interno active los resortes necesarios con el fin de poner una zancadilla a Sánchez y evitar llegar hasta la Comisión.
La Comisión, si se activa, es implacable, pero todavía queda mucho para eso. Ahora la primera línea de batalla está en el propio grupo socialista y tanto Weber como la popular española Dolors Montserrat quieren golpear con todo lo que tienen en ese flanco.
«Estoy en shock porque la izquierda de este parlamento no estuviera dispuesta a llevar a cabo un debate sobre el Estado de derecho», señaló Weber, «socialistas, comunistas y verdes rechazaron tenerlo». El líder popular ha reconocido a España como «uno de los principales países» de la Unión, de ahí la importancia de «defender el Estado de derecho».
Montserrat, en la misma línea, ha señalado que «han perdido toda la credibilidad como supuestos guardianes del Estado de derecho». «¿Dónde están los que hablan todo el día del rule of law?», se han preguntado ambos.
El mayor impacto fue la bomba soltada por Montserrat sobre cómo se ha formado el nuevo gobierno de Pedro Sánchez: «primero firman el acuerdo en un hotel en Bruselas para gobernar en España y luego unos verificadores se reúnen en Ginebra para comprobar cómo van esos acuerdos». Demoledor. Nadie quiso hacer más preguntas al respecto.
Respuesta socialista
La portavoz española del PSOE en el Parlamento Europeo, Iratxe García, no se ha amedrentado con los ataques populares y ha salido, no solo a defenderse, sino a culpar al Partido Popular de no «aceptar el resultado de las urnas».
Ha celebrado la formación de «un gobierno progresista» porque es «una buena noticia para Europa» al demostrar que «hay una alternativa como amenaza a la derecha que pone el riesgo el proyecto europeo». Como se puede apreciar, todos se explican en clave europea.
En respuesta a las preguntas de El Debate, García señaló que «el grupo S&D no tiene ninguna tensión sobre la ley de amnistía» y ha pasado la pelota al tejado popular: «al que veo muy tensionado es al PP tanto en Europa como en España». La portavoz socialista ha querido proteger ese flanco cuanto antes para evitar posibles represalias dentro de su grupo.
«Cuando uno come, a veces hay digestiones que se hacen más lentas o pesadas: esto es lo que le ocurre al PP al no aceptar los resultados electorales del pasado 23-J», ha señalado con cierto regocijo.
La estrategia de comunicación del PSOE en Europa es señalar al PP como un partido que no asumen los resultados electorales ni los acuerdos parlamentarios. «La investidura ha sido apoyada por ocho de las 11 fuerzas parlamentarias», explicó García para dar peso a su línea de argumentación.
No han perdido la oportunidad de intentar crear una línea divisoria entre «la España de 2017 y la España de 2023». «Esta ley de amnistía respeta al 100 % la Constitución de nuestro país, no hay ninguna amenaza para el Estado de derecho ni de España ni de Europa, queremos avanzar en las soluciones que otros generaron», ha añadido.
Su intervención la finalizó defendiendo que con esta ley de amnistía «se ha conseguido que estos partidos (separatistas) abandonen la vía unilateral».
La tensión se ha podido mascar en ambas ruedas de prensa, pero en especial en la socialista. Fuentes parlamentarias reconocen que no están pasando un bueno momento. Al PSOE se le abren cada días más frentes y no parece que llegue a todos con la comodidad a la que está habituado. El campo europeo es el más sensible.
Mañana a las 14 horas se podrá ver quién consigue avanzar en sus respectivas estrategias pero lo que está claro es que la primera victoria se la han llevado el Partido Popular, Vox y Ciudadanos al conseguir este debate. Quién golpea primero, golpea dos veces. Ahora veremos si el PSOE es capaz de recomponerse y contraatacar.