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Manfred Weber es elegido presidente del PP europeoDavid Plas

El líder del EPP denuncia que España se ha «preocupado más por sí misma» que por la agenda del Consejo

Manfred Weber consideró que el Gobierno español falló al dar más importancia a sus lenguas cooficiales que a situaciones como el acuerdo de Mercosur o la guerra en Gaza

El líder del Partido Popular Europeo (EPP), Manfred Weber, ha expresado claramente su preocupación por lo que considera un fallo del Gobierno español en sus deberes europeos.

Durante la conferencia de prensa matutina regular en Estrasburgo, el 12 de diciembre, Weber no se mordió la lengua al hablar sobre el régimen de izquierda español.

Weber criticó que el Gobierno español ha estado «obviamente más ocupado consigo mismo que con la presidencia del Consejo», refiriéndose al hecho de que España es el actual Presidente del Consejo de la Unión Europea.

Destacó la mayor iniciativa del Gobierno español en hacer del catalán un idioma oficial de la UE, en comparación con otros asuntos importantes como la finalización del acuerdo Mercosur, la membresía de Ucrania en la UE, o una posición común sobre Israel.

El líder del EPP hizo estos comentarios en relación a los esfuerzos de los embajadores españoles, que han trabajado para obtener apoyo para el reconocimiento oficial del catalán, el vasco y el gallego como lenguas de la Unión Europea.

Pero todo esto ocurre en un marco complicado, ya que la UE enfrenta problemas mayores en otros frentes. Según Weber, el acuerdo de comercio Mercosur con el bloque sudamericano parece estar estancado, como demuestra la reciente crítica del presidente francés, Emmanuel Macron.

Además, Weber señaló que España muestra simpatía hacia Gaza y desaprobación hacia Israel, yendo en contra del sentimiento general en Alemania, por ejemplo. Y el presidente del EPP fue muy crítico con el Gobierno español después de que Pedro Sánchez zanjara su polémico acuerdo con Junts y anunciará la amnistía. Al igual que gran parte de España y de los integrantes de las instituciones europeas, Weber considera que la decisión plantea preguntas sobre el Estado de derecho en España.

El descontento de Weber es una clara indicación de la tensión existente en las relaciones entre España y otros miembros de la UE, especialmente en lo que respecta a la agenda política y las prioridades. Pone de manifiesto las diferencias de enfoque y prioridades entre los Estados miembros y cómo estos pueden afectar a la dinámica general de la Unión Europea.

Promesas rotas

España ya se ha resignado a no llevar a votación la propuesta de incluir el catalán, el gallego y el euskera como lenguas oficiales en la Unión Europea en la próxima reunión del Eurogrupo, decisión que representa un incumplimiento en las promesas hechas al expresidente catalán, Carles Puigdemont.

Aunque España se ha comprometido a asumir el coste estimado de 132 millones de euros anuales para oficializar estas lenguas, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha reconocido que el proceso puede ser prolongado y difícil, comparándolo con el caso del gaélico irlandés.

Ya en septiembre, la Unión Europea calificó la petición del Gobierno español como «precipitada» y declaró que era «demasiado pronto» para un reconocimiento de este tipo. La UE solicitó un dictamen jurídico sobre las consecuencias de la medida.