Calviño se marcha a Europa negándose a desvelar si ayudó a la trama de empresas del Tito Berni

Calviño pondrá rumbo a Luxemburgo. La vicepresidenta ha sido elegida nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) pero lo hace sin desvelar si dedicó fondos públicos a conceder ayudas para las empresas implicadas en el llamado caso Mediador, tal y como estaba obligada a hacer.

De hecho, la ministra de Economía ha recibido un requerimiento firme por parte del Consejo de Transparencia en el que le recuerda la «necesidad de dar cumplimiento a lo señalado en la parte dispositiva de la Resolución R CTBG 963/2023 de 13 de noviembre de 2023», dictada a instancias de El Debate, después de las constantes reticencias de Calviño a arrojar luz sobre la posible relación financiera entre las empresas investigadas por la Justicia y el Gobierno.

En ella, una vez, más el Consejo de Transparencia censuraba la postura del Ejecutivo y le obligaba a facilitar una «copia de las subvenciones, avales o de cualquier otro tipo de ayuda económica concedida por su Ministerio a empresas vinculadas a la trama Mediador, promovida por el exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, como a las empresas Cleanergetic Seers Solutions, SL o Cleanergetic Insular SL y otras incluidas en el sumario judicial y respecto a las cuales no exista prohibición expresa del Juez Instructor para su entrega».

Esta documentación había sido solicitada a Calviño en marzo, pero el Ministerio jamás dio respuesta, dejando en evidencia su poca predisposición para dar detalles sobre el caso de corrupción que estalló de lleno en el seno del PSOE, y cuyo cabecilla era el diputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo, más conocido como Tito Berni.

Es más, el CTBG explica en la resolución que «trasladó la reclamación al Ministerio solicitando la remisión de la copia completa del expediente derivado de la solicitud de acceso a la información y el informe con las alegaciones que considere pertinentes», pero «a fecha de elaborarse la presente resolución no se ha recibido contestación», lo que demuestra el nulo interés del Ejecutivo en explicar lo ocurrido.

De hecho, consideró que Calviño estaba dificultando «considerablemente el cumplimiento de la función encomendada a esta Autoridad Administrativa Independiente».

Por ello, al entender que lo solicitado tiene condición de información pública y el propio Gobierno había preferido el silencio antes que dar algún argumento para seguir escondiéndolo, sentenció que el Ministerio de Asuntos Económicos tenía que explicar si había concedido ayudas económicas públicas a alguna de las empresas implicadas en una trama presuntamente corrupta que mezcla a diputados y empresarios con fiestas con drogas y prostitución.

Aun así, Calviño no ha cumplido, pese a la obligación legal de hacerlo, y por ello, han tenido que recordarle que es necesario cumplir con las resoluciones y rendir cuentas ante los ciudadanos, aunque después se marche a Luxemburgo a cobrar un sueldo cercano a los 400.000 euros, cuadruplicando así la cifra que actualmente percibe como ministra. Se trata de un salario igual al que percibe la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.